San Pedro Sula, Honduras
Varios pandilleros encapuchados acribillaron ayer a dos hermanos y a uno de sus amigos frente a un caserío de los bordos de El Pedregal.
El hecho ocurrió ayer a eso de las 12:00 m, cuando los criminales usando pistolas automáticas y fusiles de alto calibre sorprendieron al grupo de jóvenes que sembraban palmeras en un predio frente a sus viviendas.
En la balacera que duró varios minutos, tres hombres cayeron muertos de inmediato, mientras que otros dos resultaron heridos, por lo que fueron trasladados de emergencia al hospital Mario Catarino Rivas.
Las víctimas fueron identificadas por sus familiares como José Leodán Perdomo Rivera (23) y los hermanos Presentación Peña Paz (34), quien era padre de cuatro hijas, y José Edy Peña Paz (26), que deja una bebé de un año.
Según los familiares, las tres personas asesinadas se dedicaban a trabajos de agricultura y jardinería, también trabajaban como cargadores de volquetas. Dos jóvenes que fueron identificados como Jimy Peña y René Peña resultaron heridos de bala, ambos son sobrinos de dos de las víctimas. Pobladores de la zona manifestaron que fueron momentos de terror, y al escuchar la balacera se escondieron dentro de las humildes casas de madera y otros salieron corriendo para refugiarse en la montaña, ya que pensaron que también los matarían. Los tres cuerpos quedaron tirados en el lugar, donde los agentes de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) encontraron decenas de casquillos de pistola nueve milímetros y otros calibres.
 Dos parientes de las víctimas resultaron heridos y fueron llevados al hospital Mario Catarino Rivas.
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El lugar donde ocurrió el triple asesinato es en el pie de la montaña de El Merendón, donde residen al menos seis familias, quienes para llegar a sus hogares tienen que caminar al menos un kilómetro; el caserío queda en un lugar escondido, por lo que los pandilleros tuvieron la libertad de llegar al mediodía y acabar con la vida de los tres jóvenes. “Este sector parece zona de guerra, ya que en la parte de arriba tienen refugio los de la Mara Salvatrucha y en el bordo hay pandilleros de la 18. Las noches son de zozobra porque se escuchan las balaceras por peleas de territorio”, expresó un vecino del lugar.
Hasta el lugar se movilizaron varios policías, quienes recorrieron el río y subieron a la montaña en la búsqueda de los hechores, pero hasta ayer no se reportaron personas detenidas. “Tenemos miedo de que por estas muertes vengan más desgracias. La mayoría de personas que vivimos en estos bordos tenemos muchos años de residir aquí, pero han venido algunos muchachos que nos tienen intimidados y por miedo no podemos dar información a la Policía”, manifestó una pobladora. Carlos Estrada Pacheco, jefe policial de la Unidad Metropolitana de Prevención (Umep) Número Cinco, expresó: “Tenemos información de que fueron varios sujetos que llegaron al lugar y conversaron al menos cinco minutos con las víctimas, después los asesinaron”. El oficial manifestó que tienen varias versiones de los hechos, una de ellas es que los asesinos les estaban pidiendo las casas de habitación a las víctimas para habitarlas ellos, y al no ceder los asesinaron.
 Varios equipos de la Policía hicieron operativos para buscar a los pandilleros, pero hasta ayer no reportaron ninguna captura.
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