San Pedro Sula, Honduras.
Una balacera ocurrida ayer por la tarde en el barrio Río Blanco dejó un muerto y dos heridos.
El tiroteo ocurrió en la 4 calle 5 avenida del referido barrio cerca de las 5:30 pm y, según información brindada por la Policía Nacional, fue cometido por dos hombres que se conducían en una motocicleta anaranjada con negro.
Las víctimas se encontraban platicando en una acera cuando fueron atacados a balazos.
El fallecido respondía al nombre de Kevin Castro (24), de oficio soldador, mientras que su hermano Alejandro Salvador Castro y un joven identificado como Olvin Valladares Pineda (26) resultaron heridos y llevados al hospital Mario Rivas en una patrulla policial.
Se conoció que el estado de salud de Alejandro Salvador Castro es crítico ya que las heridas que presenta le dañaron varios órganos; mientras que el otro joven se encuentra estable.
Detienen a sospechoso
La Policía investiga el hecho ya que hasta ayer no tenían una hipótesis del crimen.
“No tenemos una información que diga por qué ocurrió, ya serán las autoridades competentes que lo harán”, manifestó el subinspector Brayan Domínguez.
Al momento en que los sujetos que dispararon contra los tres jóvenes huían a alta velocidad en la motocicleta que se conducían perdieron el control de la misma, por lo que la dejaron botada a unos 300 metros de donde quedó inerte Kevin Castro, y los gatilleros salieron corriendo, según relatos de testigos oculares.
“Se presume que los hechores andaban en una motocicleta que dejaron abandonada”, expresó el subinspector.
Uno de ellos fue detenido por agentes policiales ya que llegaron en el momento en que huían.
“Debido a la pronta respuesta y al actuar rápido de la Policía se detuvo a una persona que iba corriendo por las calles. Esta persona se llama Juan Félix Orellana López de 34 años de edad”, informó Domínguez.
Al sospechoso del crimen no se le decomisó arma, pero será puesto a la orden de las autoridades competentes para que lo investiguen.
Las labores del levantamiento del cadáver de Kevin Castro comenzó a eso de las 6:00 pm. En la escena quedaron esparcidos varios casquillos de calibre nueve milímetros que fueron recogidos y embalados por los técnicos de Inspecciones Oculares de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI).
