Santa Bárbara, Honduras
La Fuerza de Seguridad Interinstitucional Nacional (Fusina) detuvo en las últimas horas a una personas sospechosa de participar en la masacre de seis personas registrada en la comunidad del Barranco, municipio de Nueva Frontera, departamento de Santa Bárbara.
El detenido fue identificado como Silverio Peraza Mejía, quien fue capturado luego de un allanamiento efectuado en el sector.
La Policía también identificó a otros dos supuestos responsables del crimen.
El portavoz de la Secretaría de Seguridad, Leonel Sauceda, identificó a los supuestos responsables como Edgar Adonay Peraza (18) y otra persona conocida con el nombre de Rodrigo.
“Muchas veces no revelamos los nombres para efectos de investigación, pero hoy queremos que al revelar estos nombres, sirvan para que toda la población hondureña, principalmente de ese sector de la comunidad del Barranco en Santa Bárbara, puedan brindar información con una llamada gratis, marcando al 911”, amplió Sauceda.
Sauceda aseguró que en las próximas horas, se dará a conocer las fotografías para que puedan ser identificados y capturados.
Además remarcó que la persona a quien iba dirigido el ataque salió ilesa del violento hecho. También investigan si una de las víctimas fue testigo de un crimen que ocurrió hace 9 meses.
Madrugada de terror
Todos dormían y el silencio reinaba en la aldea El Barranco, en el municipio de Nueva Frontera, en Santa Bárbara, cuando de pronto el sonido de varias ráfagas de disparos atemorizaron a los vecinos en plena madrugada del sábado.
Nadie salió de su casa, no se escucharon gritos. El ataque, aseguran los vecinos, duró unos cinco minutos. Luego de cometer el crimen, los hombres armados salieron a pie y tras su paso dejaron una estela de muerte.
En la pequeña casa quedaron tendidos seis cuerpos, dos más se desangraban de las heridas y dos quedaron ilesos.
Las víctimas fueron identificadas como Joaquín Larios Guerra (57), y sus hijos Glendy (20) con ocho meses de gestación, Omar (19), Yamileth (12), Joaquín (10) y Enedilio Larios Urrea (5).
Al hospital Mario Rivas fueron llevados gravemente heridos María Luisa Urrea (56) y Jervin Larios Urrea. Sobreviven tres hijos y la madre de todos.
“Fue una tirazón, estábamos durmiendo y al despertar nos sentamos en las camas muertos de miedo. Nadie gritaba. No estábamos seguros hacia dónde disparaban, hasta hoy en la mañana -ayer- que nos avisaron de las muertes”, relató una vecina.
En las investigaciones de la Policía se establece que tras el ataque uno de los sobrevivientes corrió a pedir ayuda para los que quedaban vivos. Con ayuda de la Policía sacaron a los heridos y los llevaron al hospital.
Los cuerpos quedaron tendidos en la humilde casa adonde vivían los 10 miembros de la familia Larios. Sobre un tapesco, utilizado en la zona rural como cama, quedaron los cadáveres de Glendy y su hermana Yamileth, el resto de víctimas, en el suelo.
En la zona no hay señal para celular y tampoco hay acceso para vehículos, por lo que hay que caminar por varias horas.
