Tegucigalpa, Honduras.
La Policía investiga el crimen de dos comerciantes, parientes entre sí, que aparecieron muertos a balazos ayer en la colonia Villa Unión, en la orilla de la quebrada El Sapo. Las víctimas son Luis Fernando Zambrano Cruz (18) y Miguel Antonio Sosa Avilez (16), residentes en el mismo sector de Comayagüela.
Los cuerpos fueron lencontrados como a las 7:00 am por lo que vecinos llamaron al 911 de la Policía. Técnicos de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) inspeccionaron la escena del crimen en busca de indicios para identificar a los asesinos. En tanto, el perito forense y el fiscal del Ministerio Público procedieron a reconocer los cadáveres.
Al lugar también llegó un equipo de la Sección de Delitos contra la Vida del cuerpo policial, el cual comenzó las investigaciones preliminares.
Rapto
Un familiar relató que los jóvenes se encontraban en su casa en el Sector 3 a las 8:00 pm y luego llegaron unos hombres armados, quienes rompieron por la parte trasera y entraron violentamente. Los criminales se llevaron a los muchachos apuntándoles con sus armas y minutos más tarde los familiares escucharon varios disparos cerca de una ferretería.
“Ellos dos estaban encerrados del miedo, prácticamente eran dos niños que lo único que hacen es refugiarse en su casa”, expresó una doliente mientras lloraba en la escena del crimen. Otro pariente manifestó que los jóvenes se dedicaban a vender legumbres en los mercados y que no se metían a problemas con nadie, por lo que desconocen las causas por las cuales los mataron.
Consternados por lo ocurrido, algunos familiares pidieron una investigación para que el crimen no quede impune, como ha sucedido con la mayoría de casos.
Los cadáveres fueron retirados de la morgue la tarde de ayer. El de Zambrano Cruz será velado en el sur del país y el de Sosa Avilez en la capital. Hasta ayer, los agentes de la DPI asignados a la investigación del crimen no manejaban una hipótesis sobre los posibles motivos.
Los investigadores tomaron la declaración de los testigos con el fin de obtener información que ayude en la identificación y la captura de los malhechores.
La Policía investiga el crimen de dos comerciantes, parientes entre sí, que aparecieron muertos a balazos ayer en la colonia Villa Unión, en la orilla de la quebrada El Sapo. Las víctimas son Luis Fernando Zambrano Cruz (18) y Miguel Antonio Sosa Avilez (16), residentes en el mismo sector de Comayagüela.
Los cuerpos fueron lencontrados como a las 7:00 am por lo que vecinos llamaron al 911 de la Policía. Técnicos de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) inspeccionaron la escena del crimen en busca de indicios para identificar a los asesinos. En tanto, el perito forense y el fiscal del Ministerio Público procedieron a reconocer los cadáveres.
Al lugar también llegó un equipo de la Sección de Delitos contra la Vida del cuerpo policial, el cual comenzó las investigaciones preliminares.
Rapto
Un familiar relató que los jóvenes se encontraban en su casa en el Sector 3 a las 8:00 pm y luego llegaron unos hombres armados, quienes rompieron por la parte trasera y entraron violentamente. Los criminales se llevaron a los muchachos apuntándoles con sus armas y minutos más tarde los familiares escucharon varios disparos cerca de una ferretería.
“Ellos dos estaban encerrados del miedo, prácticamente eran dos niños que lo único que hacen es refugiarse en su casa”, expresó una doliente mientras lloraba en la escena del crimen. Otro pariente manifestó que los jóvenes se dedicaban a vender legumbres en los mercados y que no se metían a problemas con nadie, por lo que desconocen las causas por las cuales los mataron.
Consternados por lo ocurrido, algunos familiares pidieron una investigación para que el crimen no quede impune, como ha sucedido con la mayoría de casos.
Los cadáveres fueron retirados de la morgue la tarde de ayer. El de Zambrano Cruz será velado en el sur del país y el de Sosa Avilez en la capital. Hasta ayer, los agentes de la DPI asignados a la investigación del crimen no manejaban una hipótesis sobre los posibles motivos.
Los investigadores tomaron la declaración de los testigos con el fin de obtener información que ayude en la identificación y la captura de los malhechores.
