Partículas de cocaína fueron encontradas en el interior del misterioso jet con matrícula mexicana que aterrizó de manera misteriosa hace dos semanas en el aeropuerto de Roatán, y el cual se encuentra abandonado bajo la custodia de las autoridades hondureñas en esta terminal aérea.
Las pruebas de iones aplicadas en varios compartimentos de la aeronave, para determinar si en la misma se transportaba droga, dieron positivo. Peritos de la Dirección de Lucha contra el Narcotráfico (DLCN), realizaron inspecciones y pruebas en cada uno de los asientos, bodega de maletas, pasillo y techo del jet, donde se encontraron partículas de cocaína.
Auxiliados con perros adiestrados y equipo técnico, los agentes antinarcóticos desde hace dos semanas han estado inspeccionado minuciosamente esta aeronave, fue hasta ayer que se dieron a conocer los resultados de las pruebas aplicadas a la misma.
Un agente de la DLCN aseguró a LA PRENSA que fueron seis muestras las que se le practicaron a la aeronave, ”de esas cuatro dieron positivo”, aseguró el agente. La nave Lear Jet-25-B, con matrícula mexicana XB-LTD, aterrizó a las 8:00 am del jueves 16 de julio en el aeropuerto Juan Manuel Gálvez de Roatán, con procedencia de México.
En el jet venían tres pilotos de nacionalidad mexicana, dos de ellos lograron regresar hacia su país de origen horas después en un vuelo comercial por esta misma terminal aérea. El tercer piloto identificado como Víctor Alberto Calderón fue detenido en el 29 de julio en el aeropuerto de San Pedro Sula cuando pretendía salir del país.
Ayer en los tribunales de Islas de la Bahía se le celebró la audiencia inicial al piloto mexicano, a la audiencia solo acudió su defensa debido a que el imputado se encuentra con un problema físico que le imposibilita movilizarse. Será hasta hoy que se conocerá la resolución del juez que lleva el caso. Ante las señales detectadas por las autoridades sobre una operación ilegal para sacar esta aeronave del país, la seguridad en el aeropuerto Juan Manuel Gálvez de esta zona insular se ha redoblado. Elementos navales y agentes policiales mantienen vigilado el hangar donde se encuentra dicha aeronave que ya está en poder de la Oficina Administradora de Bienes Incautados (Oabi).
