El Progreso, Honduras
Los especialistas forenses argentinos han excavado en más de 40 países en busca de cuerpos en fosas comunes o en cementerios sin nombre. Los especialistas llegan, remueven la tierra, sacan los cuerpos, toman muestras de ADN, miden los huesos, revisan la dentadura.
Una de esas organizaciones es el Comité de Familiares de Migrantes Desaparecidos (Cofamipro) que en alianza con el Foro Nacional de Migraciones de Honduras (Fonamih) contactaron a los expertos y prepararon un convenio que facilitará la cooperación entre los forenses y las organizaciones.
La misión que trae el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) no es fácil, pero podría ser una luz al final del túnel para tantas familias que buscan vivos o muertos a sus seres queridos que desaparecieron en la peligrosa ruta del migrante.
Del 27 de julio al 5 de agosto, el grupo de expertos forenses llegarán al país, específicamente a El Progreso, Yoro, y Tegucigalpa a levantar el muestreo de ADN a familias de desaparecidos.
Lo que buscan es identificar entre más de 800 cadáveres que figuran como desconocidos en México a algún hondureño.
“Las muestras que tomaremos serán llevadas a un laboratorio especializado en Estados Unidos para luego elaborar un perfil genético familiar para compararlo con los migrantes que fallecieron y están sin identificar en morgues de Estados Unidos y México”.
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Desde 2004 llegaron a México, pero en 2012 decidieron trabajar en la búsqueda de cuerpos de migrantes presuntamente desparecidos en territorio mexicano a petición de organizaciones de familias centroamericanas.
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Toda la iniciativa surge porque en México no existe una base de datos de ADN de migrantes desaparecidos.
Todos los restos los envían a fosas comunes y en menos de tres días sin tomarles las muestras genéticas los sepultan, y eso es un problema, dicen organizaciones.
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