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'Arreglemos, déjenme”, rogó a sus asesinos regidor de El Negrito

  • 05 julio 2015 /

El Negrito, Yoro, Honduras.

“Venimos por un encargo”, le dijeron los sicarios al regidor nacionalista de este municipio, José Saúl Tinoco antes de dispararle, este les rogó y les dijo: “Arreglemos, déjenme, qué pasa”, pero no atendieron la petición y descargaron sus pistolas contra el funcionario.

Recordó ayer entre lágrimas y lamentos su hermana Eloísa Tinoco, con quien se encontraba platicando el ahora occiso dentro de la casa de este cuando fue atacado por dos hombres que cubrían sus rostros con cascos de motocicleta.

El también ganadero y propietario de un aserradero ubicado en la ciudad de Yoro aspiró en dos ocasiones a la alcaldía de este término por el Partido Nacional, la primera vez en la administración anterior y en la actual, en ambas salió electo como regidor. Ocupaba la cuarta posición en la corporación edilicia.

Hoy es recordado como una persona humanitaria con los pobres a quienes apoyaba con madera y aportes económicos.

Foto: La Prensa

Tinoco participó en horas de la tarde del sábado en la inauguración de la feria patronal en el municipio de El Negrito, montó a caballo.
Lo asesinan

Eran las 7:00 pm cuando Tinoco descansaba en una hamaca y platicaba con su hermana en la parte de atrás de su residencia en el barrio Las Palmas, de El Negrito.

“Mi hermano acostumbraba a tomarse un té a esa hora, se levantó de la hamaca y se dirigió a la cocina, yo me quedé en el mismo lugar. Solo escuché cuando los hombres le dijeron que era un encargo y que iban por él. Les imploró que arreglaran y que lo dejaran, luego solo escuché los disparos y los sujetos huyeron en una motocicleta”, expresó la dama.

Antes de marcharse, los sicarios le quitaron a su víctima el celular y una cartera con unos 25 mil lempiras. “Exigimos a las autoridades que investiguen y capturen a los responsables, que su muerte no quede impune”, pidió Eloísa.

Julio Tinoco, hermano de la víctima, recordó que Saúl había retirado ese día un dinero en una agencia de Morazán para pagar la planilla de los trabajadores de él.

“Podría tratarse de un robo, ya que no tenía enemigos y más bien ayudaba a los pobres. El dinero se lo llevaron después de matarlo”, apuntó.

Foto: La Prensa

En la puerta de su casa en el barrio Las Palmas de este lugar quedó el cadáver del también ganadero y comerciante de madera de Yoro.
Un hijo del occiso -que pidió omitir su nombre- explicó que el crimen contra su padre podría tratarse de envidia, ya que hace unas semanas había logrado un permiso en el Gobierno para explotar por espacio de seis meses los bosques de Yoro y cree que eso pudo haber provocado algún malestar entre los que se dedican al negocio de la madera.

Amigos y parientes asistieron a la vela, varios de los que él ayudó llegaron con gallinas y otros productos en agradecimiento al apoyo.

El alcalde Delbin Salgado lamentó el hecho que enluta a la familia municipal y al resto del pueblo que celebra su feria patronal y que fue inaugurada el sábado en la cual Tinoco participó antes de su muerte.

Fuentes policiales informaron que aún no hay detenidos pero que las investigaciones avanzan con buen suceso.