San Pedro Sula, Honduras.
En la morgue de Medicina Forense, José Antonio Romero se enteró de que uno de sus hijos, al que creía en Estados Unidos, estaba muerto y enterrado en una fosa común debido a que nunca fue reclamado. El desconsolado padre se tardó varios minutos para reponerse de la impresión que le causó saber que su hijo Modesto Antonio Romero Ponce estaba muerto.
Ayer, con varios parientes, llegó a Medicina Forense en busca de su sobrino Iván Alexander Gámez Cálix (17), quien tiene tres meses de desaparecido; pero en la lista de cuerpos que no fueron reclamados se encontró con su vástago. Don José Antonio relató que a su hijo Modesto Antonio no lo volvió a ver desde el recién pasado 8 de abril, cuando el joven se despidió de él porque viajaría como ilegal a Estados Unidos.
El 10 de abril, Modesto Antonio estuvo en la casa de unos primos y desde ese día no volvieron a saber de él. “No nos preocupamos en buscarlo porque en varias ocasiones él se había ido mojado para Estados Unidos y siempre que lo hacía perdíamos contacto con él, hasta que él nos llamaba para decirnos que estaba bien”, relató Suyapa Jackeline Cálix, prima de Modesto Antonio.
La mujer contó que ayer ellos andan en la búsqueda de su otro primo Iván Alexander, quien desapareció desde Semana Santa, y presumen que este habría sido asesinado. Manifestó que cuando le mostraron las fotografías de los cuerpos no identificados se llevó la desagradable sorpresa que entre los muertos estaba el de su otro primo Modesto Antonio.
Suyapa Jackeline indicó que en la morgue les informaron que el cadáver de su primo fue enterrado en una fosa común con otros cuerpos desconocidos porque nadie llegó a reclamarlos dentro del tiempo que estipula la ley.
El cuerpo de Modesto Antonio lo levantaron como desconocido el 14 de abril del presente año en el segundo anillo de circunvalación de San Pedro Sula.
El cuerpo presentaba varios balazos y estaba atado de manos y pies. Los dolientes dijeron que harán los trámites para exhumar el cadáver de Modesto Antonio y darle cristiana sepultura.
En la morgue de Medicina Forense, José Antonio Romero se enteró de que uno de sus hijos, al que creía en Estados Unidos, estaba muerto y enterrado en una fosa común debido a que nunca fue reclamado. El desconsolado padre se tardó varios minutos para reponerse de la impresión que le causó saber que su hijo Modesto Antonio Romero Ponce estaba muerto.
Ayer, con varios parientes, llegó a Medicina Forense en busca de su sobrino Iván Alexander Gámez Cálix (17), quien tiene tres meses de desaparecido; pero en la lista de cuerpos que no fueron reclamados se encontró con su vástago. Don José Antonio relató que a su hijo Modesto Antonio no lo volvió a ver desde el recién pasado 8 de abril, cuando el joven se despidió de él porque viajaría como ilegal a Estados Unidos.
El 10 de abril, Modesto Antonio estuvo en la casa de unos primos y desde ese día no volvieron a saber de él. “No nos preocupamos en buscarlo porque en varias ocasiones él se había ido mojado para Estados Unidos y siempre que lo hacía perdíamos contacto con él, hasta que él nos llamaba para decirnos que estaba bien”, relató Suyapa Jackeline Cálix, prima de Modesto Antonio.
 Modesto Romero (23) fue hallado ultimado a balazos el 14 de abril.
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Suyapa Jackeline indicó que en la morgue les informaron que el cadáver de su primo fue enterrado en una fosa común con otros cuerpos desconocidos porque nadie llegó a reclamarlos dentro del tiempo que estipula la ley.
El cuerpo de Modesto Antonio lo levantaron como desconocido el 14 de abril del presente año en el segundo anillo de circunvalación de San Pedro Sula.
El cuerpo presentaba varios balazos y estaba atado de manos y pies. Los dolientes dijeron que harán los trámites para exhumar el cadáver de Modesto Antonio y darle cristiana sepultura.
