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Desgarradora historia: un niño de tres años cayó en cisterna

  • 09 junio 2015 /

El pequeño Eric Onán murió cuando cayó a un pozo de malacate.

Santa Rosa de Copán.

En el solar de una casa aún sin terminar, lejos del centro de la ciudad, sucedió una tragedia que conmovió a los vecinos de Santa Rosa de Copán.

Hasta el alcalde del municipio, Aníbal Alvarado, llegó a conocer el caso de Erin Onán Gonzáles, el niño de tres años que cayó en una cisterna llena de agua sin que nadie pudiera rescatarlo vivo.

Su madre y una grulla de vecinos lo anduvieron buscando por todos lados sin imaginar que el pequeño había caído dentro del depósito para colectar agua que permanece cubierto de láminas de cinc, frente a la vivienda.

Antes de que el pequeño apareciera flotando dentro de la cisterna, una vecina se había asomado a la misma y no vio más que agua, a lo mejor porque el cuerpo todavía permanecía en el fondo, piensan algunos.

Karla Jessenia Gonzales, la madre del niño, todavía no se explica cómo sucedió la tragedia si siempre mantenía tapado el boquete de la cisterna.

Ese sábado por la mañana, Erin Onán se levantó con hambre y le pidió que le hiciera comida, así que la mujer se fue a la pulpería cercana a comprar frijoles, huevos y unos leños.

Cuando volvió, su hijo no estaba en la casa y fue entonces cuando comenzó la búsqueda por los alrededores. Se unieron todos los pobladores del lugar, quienes rastrearon hasta el último rincón.

Aunque el pozo permanecía tapado, tiene una compuerta para sacar agua, que fácilmente se puede abrir. Ella cree que la dejó abierta sin darse cuenta cuando se fue a la pulpería.

El padre, quien se dedica a la construcción, se había ido a trabajar dejando a su mujer y al niño solos en la casa propiedad de su patrón, el que se la ha dado para que la habite mientras la termina de construir.

Dio la casualidad que cuando regresó a cargar un poco de laja a la casa se encontró con el alboroto de que el niño se había perdido y se sumó a la búsqueda. Un grito repentino de Karla Jessenia que se escuchó en todo el vecindario fue la señal de que Eric Onán había aparecido, pero muerto.

Cuando los bomberos de Santa Rosa llegaron con un equipo de buceo, ya los vecinos tenían el cuerpecito bien compuesto, cerca de la hornilla.

Foto: La Prensa

Una amiga de la madre del menor guarda esta foto que le tomó al niño.

Dramas

El comandante de los bomberos, mayor Edgardo Orellana, dijo que no es la primera vez que sucede un caso igual de conmovedor en Santa Rosa de Copán, debido a la gran cantidad de cisternas y pozos de malacate que los vecinos abren en sus patios para captar agua.

Como la ciudad está sobre un cerro, resulta muy costoso para las autoridades municipales subir, mediante electricidad, el agua del río Higuito que pasa abajo, por eso escasea el agua.

Recordó que recién nombrado como comandante de los bomberos del lugar participó en la búsqueda de una niña que había desaparecido de la casa.

Cuando al fin la encontraron dentro de un pozo de malacate, hasta los bomberos lloraron porque todos tenían la esperanza de que la pequeña estuviera extraviada, pero viva.

Lastimosamente cuando una persona cae a uno de estos pozos, difícilmente se pueden rescatar con vida porque el ahogamiento por asfixia se produce en menos de cinco minutos.

En el caso de Eric Onán cuando llegaron ya tenía algunas horas de haber expirado. A los vecinos les dolió la muerte porque siempre lo veían jugar solito en el patio de la casa, pues no había más niños de su edad en el vecindario.

Gabriel Yánez, uno de los vecinos, dijo que él se encontraba descansando en una hamaca después de haber participado en la búsqueda cuando escuchó el grito desgarrador de la madre.

“Creí que algún animal la había mordido, entonces llamamos a los bomberos, pero el niño ya estaba aguadito”.

Entre lágrimas y nudos en la garganta, la madre relató que “siempre tuve el cuidado de tapar la cisterna. Me agaché a ver la cisterna y lo vi boca abajo con las manitos estiradas, no tuve valor de sacarlo”.