Tegucigalpa, Honduras.
Con la mirada perdida en el desconsuelo de la impotencia al no saber qué hacer, a don Santos Cruz no le queda otra opción que aferrarse a su fiel mascota para confortarse al ver su humilde casa desmoronada y reducida a cenizas.
En cuestión de minutos, él y dos familias más perdieron todo lo que tenían en un voraz incendio en la colonia Fraternidad, de Tegucigalpa, que arrasó tres viviendas y dejó en la calle a unas 20 personas.
En el lugar de la emergencia, solo sus vecinos Graciela Martínez y Maximiliano Martínez lo acompañaban en su dolor.
Marco Antonio Artica, jefe de operaciones del Cuerpo de Bomberos, informó que las viviendas tenían las paredes unidas, lo que facilitó la propagación de las llamas.
El evento sucedió solo dos horas después de que en la colonia Campo Cielo se atendiera otro incendio que destruyó tres casas y dos cuartos de alquiler y dañó otra residencia.
El hecho se suscitó en el sector 2 de la colonia, donde, debido a las llamas, 17 personas quedaron sin hogar.
Con la mirada perdida en el desconsuelo de la impotencia al no saber qué hacer, a don Santos Cruz no le queda otra opción que aferrarse a su fiel mascota para confortarse al ver su humilde casa desmoronada y reducida a cenizas.
En cuestión de minutos, él y dos familias más perdieron todo lo que tenían en un voraz incendio en la colonia Fraternidad, de Tegucigalpa, que arrasó tres viviendas y dejó en la calle a unas 20 personas.
En el lugar de la emergencia, solo sus vecinos Graciela Martínez y Maximiliano Martínez lo acompañaban en su dolor.
Marco Antonio Artica, jefe de operaciones del Cuerpo de Bomberos, informó que las viviendas tenían las paredes unidas, lo que facilitó la propagación de las llamas.
El evento sucedió solo dos horas después de que en la colonia Campo Cielo se atendiera otro incendio que destruyó tres casas y dos cuartos de alquiler y dañó otra residencia.
El hecho se suscitó en el sector 2 de la colonia, donde, debido a las llamas, 17 personas quedaron sin hogar.
