San Pedro Sula, Honduras.
Raúl Armando Fajardo Vindel -quien era investigado por sus nexos con el presunto criminal Rodrigo Chávez Palacios, apodado el “Descuartizador” en El Salvador- fue encontrado muerto y dentro de bolsas plásticas la madrugada del recién pasado sábado en la colonia Bográn, en la calle que conduce a la colonia Las Anonas en esta ciudad.
Las investigaciones policiales establecen que Fajardo Vindel era el propietario de la camioneta con placas hondureñas PBS 6386, en la que Rodrigo Chávez Palacios esparció el cuerpo desmembrado de un empleado de la alcaldía de Santa Tecla identificado como Franklin Jonathan Mendoza Ortiz.
Según las investigaciones, el hondureño fue quien tuvo una conversación vía whatsapp con Chávez Palacios, en la que se relataba la forma cómo fue asesinado el empleado municipal.
Fajardo era buscado por la Interpol por cargos de amenazas y homicidio y según consta en el expediente judicial, el hondureño mantenía comunicación desde julio con Chávez Palacios.
Una fuente policial de El Salvador, según señala el Diario La Página, afirmó que la hipótesis de las autoridades salvadoreñas es que Fajardo no solo tenía relaciones comerciales con Chávez Palacios, sino que era su jefe en el negocio del narcotráfico y que fue asesinado para evitar que delatara a otros narcotraficantes.
En Honduras Leonel Sauceda, jefe de Interpol, informó que había coordinaciones con autoridades de aquel país para obtener datos de Fajardo Vindel.
Raúl Armando Fajardo Vindel -quien era investigado por sus nexos con el presunto criminal Rodrigo Chávez Palacios, apodado el “Descuartizador” en El Salvador- fue encontrado muerto y dentro de bolsas plásticas la madrugada del recién pasado sábado en la colonia Bográn, en la calle que conduce a la colonia Las Anonas en esta ciudad.
Las investigaciones policiales establecen que Fajardo Vindel era el propietario de la camioneta con placas hondureñas PBS 6386, en la que Rodrigo Chávez Palacios esparció el cuerpo desmembrado de un empleado de la alcaldía de Santa Tecla identificado como Franklin Jonathan Mendoza Ortiz.
Según las investigaciones, el hondureño fue quien tuvo una conversación vía whatsapp con Chávez Palacios, en la que se relataba la forma cómo fue asesinado el empleado municipal.
Fajardo era buscado por la Interpol por cargos de amenazas y homicidio y según consta en el expediente judicial, el hondureño mantenía comunicación desde julio con Chávez Palacios.
Una fuente policial de El Salvador, según señala el Diario La Página, afirmó que la hipótesis de las autoridades salvadoreñas es que Fajardo no solo tenía relaciones comerciales con Chávez Palacios, sino que era su jefe en el negocio del narcotráfico y que fue asesinado para evitar que delatara a otros narcotraficantes.
En Honduras Leonel Sauceda, jefe de Interpol, informó que había coordinaciones con autoridades de aquel país para obtener datos de Fajardo Vindel.
