Siguatepeque, Honduras.
Dos hombres fueron asesinados a balazos cuando caminaban por una calle del barrio San Juan de la ciudad de Siguatepeque.
En la balacera, una vendedora resultó herida.
El hecho criminal ocurrió ayer en horas de la mañana a unos metros del Mercado San Juan, lo que causó histeria entre locatarios, vendedores ambulantes y clientes.
Los fallecidos fueron identificadas por las autoridades como Jairo Noé Oseguera (29), originario de la aldea Urrutia, municipio de San Ignacio, Francisco Morazán, y Allan Fernando Chávez Castillo (19).
Según lo relatado por testigos del hecho a la Policía, los dos hombres caminaban por el sector cuando a su lado se detuvo una camioneta de la que se bajaron varios hombres, que sin mediar palabra les dispararon con armas automáticas y luego escaparon con rumbo desconocido.
Oseguera y Chávez Castillo fallecieron al instante, mientras que una de las balas alcanzó a una vendedora de frutas, quien fue trasladado en estado grave al Hospital Santa Teresa, de Comayagua.
Tras el hecho criminal, las autoridades policiales se presentaron al lugar para iniciar las investigaciones, pero hasta ayer no tenían una hipótesis clara sobre las causas del doble crimen.
Los cadáveres fueron trasladados a la morgue de Tegucigalpa.
Dos hombres fueron asesinados a balazos cuando caminaban por una calle del barrio San Juan de la ciudad de Siguatepeque.
En la balacera, una vendedora resultó herida.
El hecho criminal ocurrió ayer en horas de la mañana a unos metros del Mercado San Juan, lo que causó histeria entre locatarios, vendedores ambulantes y clientes.
Los fallecidos fueron identificadas por las autoridades como Jairo Noé Oseguera (29), originario de la aldea Urrutia, municipio de San Ignacio, Francisco Morazán, y Allan Fernando Chávez Castillo (19).
Según lo relatado por testigos del hecho a la Policía, los dos hombres caminaban por el sector cuando a su lado se detuvo una camioneta de la que se bajaron varios hombres, que sin mediar palabra les dispararon con armas automáticas y luego escaparon con rumbo desconocido.
Oseguera y Chávez Castillo fallecieron al instante, mientras que una de las balas alcanzó a una vendedora de frutas, quien fue trasladado en estado grave al Hospital Santa Teresa, de Comayagua.
Tras el hecho criminal, las autoridades policiales se presentaron al lugar para iniciar las investigaciones, pero hasta ayer no tenían una hipótesis clara sobre las causas del doble crimen.
Los cadáveres fueron trasladados a la morgue de Tegucigalpa.
