Tegucigalpa, Honduras
Obligada a prostituirse
Una quinceañera es la menor a quien Xiomara Patricia Olivera Paguaga supuestamente obligaba a tener sexo con varios hombres, entre ellos policías y militares.
La menor le dijo a los fiscales que llegó a vivir donde Xiomara porque su madrastra no la quiere, y la supuesta proxeneta se ofreció a ayudarle con los estudios a cambio que le apoyara con el oficio de una tienda de ropa que tiene en Juticalpa, Olancho.
En el relato la quinceañera indica que la mujer la obligó a salir con un doctor, quien le daba dinero para los gastos de la casa. Luego fue un hombre mayor, con el que Xiomara supuestamente trató, quien llevó a la menor a un motel para sostener relaciones sexuales y luego le entregó dinero.
La menor le dijo a los fiscales que después de eso, ella sostenía relaciones sexuales con ocho o 10 hombres a la semana, los cuales le pagaban a Xiomara, quien le decía que ese dinero era un pago a lo que ella le daba, como la comida, los estudios y la estadía en su casa.
En ocasiones los actos sexuales se realizaban en la sala de la casa de Xiomara “cuando los clientes eran policías o militares conocidos de ella, con los que tenía confianza”.
“Yo he tenido relaciones sexuales con policías (menciona a diez, pero se omiten por efectos de investigación) los cuales algunos son oficiales porque ellos me lo han dicho y también con militares de nombre coronel Andrés Flores (capturado ayer)”, acusa la menor.
Ella indica que los tratos siempre fueron con Xiomara, que solo le decía quién llegaría a traerla y que al regresar debía entregarle todo el dinero “porque sino ella me va a correr de la casa y yo no tengo a dónde ir”.
La menor indica que la mujer le cobraba a los clientes según su condición económica, “siempre era entre una cantidad de 300, 500 a 2,000 lempiras”.
El martes la Fiscalía Especial de la Niñez allanó la vivienda de Xiomara, en el barrio Belén, de Juticalpa, Olancho, en donde recuperó a la menor y capturó a la presunta explotadora sexual.
En una operación liderada por la Fiscalía Especial de la Niñez, el Grupo de Operaciones Especiales Tácticas (Goet) capturó al coronel Ángel Andrés Flores Amador, la noche del miércoles en el barrio Los Dolores de Tegucigalpa.
Al oficial, quien era el jefe de Logística de la 115 Brigada con sede en Juticalpa, Olancho, se le supone responsable del delito de relaciones sexuales remuneradas en perjuicio de una menor, por lo que ayer fue presentado ante el juzgado competente para que se le instruya el respectivo proceso.
Los cuerpos de investigación continúan con las pesquisas orientadas a determinar la presunta participación de otros miembros de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional en dicho delito.
La desarticulación de una red de trata sexual comercial en Olancho que ofrecía mujeres y niñas a un “selecto” grupo de clientes, entre ellos policías y militares, condujo a la captura del jefe militar. Preliminarmente, en Juticalpa, Olancho fue detenida Xiomara Patricia Olivera, supuesta dueña de un prostíbulo, quien enfrenta un proceso por el delito de proxenetismo. En la misma acción cayó el agente de la Policía Nacional, Eddy Rolando Caballero Merlo.
Este fue acusado por relaciones sexuales remuneradas en perjuicio de una menor de edad.
 Xiomara Patricia Olivera es la supuesta proxeneta.
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Una quinceañera es la menor a quien Xiomara Patricia Olivera Paguaga supuestamente obligaba a tener sexo con varios hombres, entre ellos policías y militares.
La menor le dijo a los fiscales que llegó a vivir donde Xiomara porque su madrastra no la quiere, y la supuesta proxeneta se ofreció a ayudarle con los estudios a cambio que le apoyara con el oficio de una tienda de ropa que tiene en Juticalpa, Olancho.
En el relato la quinceañera indica que la mujer la obligó a salir con un doctor, quien le daba dinero para los gastos de la casa. Luego fue un hombre mayor, con el que Xiomara supuestamente trató, quien llevó a la menor a un motel para sostener relaciones sexuales y luego le entregó dinero.
La menor le dijo a los fiscales que después de eso, ella sostenía relaciones sexuales con ocho o 10 hombres a la semana, los cuales le pagaban a Xiomara, quien le decía que ese dinero era un pago a lo que ella le daba, como la comida, los estudios y la estadía en su casa.
En ocasiones los actos sexuales se realizaban en la sala de la casa de Xiomara “cuando los clientes eran policías o militares conocidos de ella, con los que tenía confianza”.
“Yo he tenido relaciones sexuales con policías (menciona a diez, pero se omiten por efectos de investigación) los cuales algunos son oficiales porque ellos me lo han dicho y también con militares de nombre coronel Andrés Flores (capturado ayer)”, acusa la menor.
Ella indica que los tratos siempre fueron con Xiomara, que solo le decía quién llegaría a traerla y que al regresar debía entregarle todo el dinero “porque sino ella me va a correr de la casa y yo no tengo a dónde ir”.
La menor indica que la mujer le cobraba a los clientes según su condición económica, “siempre era entre una cantidad de 300, 500 a 2,000 lempiras”.
El martes la Fiscalía Especial de la Niñez allanó la vivienda de Xiomara, en el barrio Belén, de Juticalpa, Olancho, en donde recuperó a la menor y capturó a la presunta explotadora sexual.
