Tegucigalpa, Honduras.
Unos 87 jóvenes menores de 23 años fueron asesinados solo en el pasado mes de julio, según informes de Casa Alianza.
El informe indica que 68 de las víctimas son hombres, de estos, 15 eran menores de 17 años. Las estadísticas establecen que 19 mujeres también fueron asesinadas durante ese mes, entre estas se encuentran 11 menores de 17 años.
De acuerdo a los análisis realizados por Casa Alianza, de las 87 personas asesinadas, 26 eran menores de 17 años y 61 tenían edades comprendidas entre los 18 y 23 años.
Según dicha organización, los homicidios de personas menores de 23 años se incrementaron en comparación al mes de junio, en el que se registraron 79 decesos violentos.
Los departamentos más peligrosos para las personas menores esta edad, según el informe, son Francisco Morazán, en donde se contabilizaron 53 de los homicidios; Cortés con 30 asesinatos; Yoro con seis casos, y Colón con cuatro muertes violentas. El arma de fuego sigue siendo el principal instrumento utilizado, ya que 58 muchachos murieron de múltiples disparos.
Otros 13 fueron asfixiados por sus victimarios y dos fueron asesinados con machete.
En la mayoría de los crímenes, las víctimas presentaban señales de haber sido torturadas.
Unos 87 jóvenes menores de 23 años fueron asesinados solo en el pasado mes de julio, según informes de Casa Alianza.
El informe indica que 68 de las víctimas son hombres, de estos, 15 eran menores de 17 años. Las estadísticas establecen que 19 mujeres también fueron asesinadas durante ese mes, entre estas se encuentran 11 menores de 17 años.
De acuerdo a los análisis realizados por Casa Alianza, de las 87 personas asesinadas, 26 eran menores de 17 años y 61 tenían edades comprendidas entre los 18 y 23 años.
Según dicha organización, los homicidios de personas menores de 23 años se incrementaron en comparación al mes de junio, en el que se registraron 79 decesos violentos.
Los departamentos más peligrosos para las personas menores esta edad, según el informe, son Francisco Morazán, en donde se contabilizaron 53 de los homicidios; Cortés con 30 asesinatos; Yoro con seis casos, y Colón con cuatro muertes violentas. El arma de fuego sigue siendo el principal instrumento utilizado, ya que 58 muchachos murieron de múltiples disparos.
Otros 13 fueron asfixiados por sus victimarios y dos fueron asesinados con machete.
En la mayoría de los crímenes, las víctimas presentaban señales de haber sido torturadas.
