Tegucigalpa, Honduras.
Elementos de las Fuerzas Armadas asumieron ayer el control de los centros penales de Honduras con el compromiso enfocado en respetar los derechos humanos y mejorar las condiciones de las cárceles.
Una de las primeras medidas fue fortalecer la seguridad militar en el exterior de la cárcel de Támara, elevando los elementos de 40 a más de 100.
Se aclaró que los militares tendrán el control externo y la Policía Penitenciaria seguirá al frente de la seguridad interna.
El coronel Francisco Gálvez Granados, nombrado director del Instituto Penitenciario, informó que ya recibió instrucciones de mejorar la alimentación y la seguridad y verificar el bienestar de la población carcelaria.
El militar destacó que para cumplir la misión deben trabajar con la Policía Nacional y la Penitenciaria “con principios, valores y honestidad”. Pidió a los funcionarios carcelarios actuar con iniciativa, responsabilidad y honestidad. Además, hacer sus actividades con entusiasmo, pero “sobre todo con honestidad”.
Uno de los principales objetivos es hacer que los presos recuperen su “dignidad como seres humanos” mediante el mejoramiento de los centros penales.
