Parece que las organizaciones internacionales dedicadas al narcotráfico han hecho del territorio hondureño una pista idónea para el aterrizaje de sus narcoavionetas y para distribuir droga a los países del norte. La madrugada de ayer, un avión carguero con matrícula venezolana aterrizó en Olancho.
“Desde la medianoche (lunes) se supo de la presencia de una avioneta o de un avión carguero Antonov de fabricación rusa, con bandera venezolana”, informó Orlin Cerrato, vocero de la Secretaría de Seguridad.
El aterrizaje se produjo en la madrugada en el caserío Las Delicias, aldea Las Colinas, Dulce Nombre de Culmí, departamento de Olancho, zona de amortiguamiento de la Biosfera del Río Plátano.
El avión carguero tendría capacidad para transportar al menos 3,500 kilos de cocaína, por lo que se supone que los narcotraficantes usaron unos cuatro camiones para mover la droga a otro lugar.
Las autoridades policiales afirmaron que la aeronave es un avión carguero mediano Antonov 14, bimotor, con matrícula venezolana YV 1769.
La zona donde aterrizó la narconave es de difícil acceso, por lo que “se han encontrado indicios de que se realizó un trabajo previo para descombrar la zona”, dijo Lorena Cálix, vocera del Ministerio Público.
Según las autoridades de la Dirección Nacional de Lucha contra el Narcotráfico, debido a lo inhóspito de la zona del aterrizaje, el avión sufrió daños al impactar con unos árboles y le fue difícil levantar vuelo, por lo que sus ocupantes lo abandonaron.
Al consultarle a Cerrato si el lugar ya estaba determinado para el aterrizaje, respondió: “Presumimos que sí, que lo tenían identificado.
Recuerde que estas organizaciones tienen toda la logística y crean condiciones para aterrizar una aeronave de este tipo, pero asumimos que sí se eligió este sector porque tiene condiciones para aterrizar”.
No es el primero
Alfredo Landaverde, asesor de la Secretaría de Seguridad, comentó: “No es el primer avión carguero de tipo mediano que entra en el país.
En años anteriores ha ocurrido eso. Los narcotraficantes utilizan todos los medios que les facilita el transporte de la droga al norte y a Europa”.
Agregó que posiblemente “hay organizaciones en Honduras que trabajan para el narcotráfico colombiano y mexicano.
Son bien conocidas y además los dirigentes son conocidos por los fiscales, policías y militares”. Hay infiltrados en los Juzgados, en la Fiscalía, en la empresa privada. El narcotráfico es como una mancha de aceite que se ha desparramado por todos lados.
Se ha capturado a gente de todas las profesiones hondureñas y extranjeros. Es una amenaza terrible contra el país, lamentó Landaverde.
La tarde de ayer se esperaba que la Fuerza Aérea y los fiscales asignados en Catacamas decidieran qué hacer con el aparato.
