Un menor de 8 años perdió la vida aplastado por una de las paredes de su casa en horas de la noche de este miércoles. La tragedia se consumó cuando una de las estructuras cedió en medio de ventiscas en la zona norte de Honduras.
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Parientes de Diddier Quiroz describieron que el niño se encontraba en una habitación cuando ocurrió el hecho. Entonces, un árbol aledaño a la vivienda se desplomó y cayó sobre la residencia en el sector de Naco, municipio de San Pedro Sula.
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El menor fue sepultado en Tegucigalpa, de donde es originario uno de los padres. Cursaba el tercer grado escolar y era, según relato de familiares, un asiduo asistente a una congregación evangélica de la comunidad.
En la residencia del menor, afectada por la caída del árbol, son notorios los daños en la estructura y las pertenencias, como electroomésticos, camas y otros objetos. Vecinos procedieron a cortar el árbol ante una inminente segunda caída de los ramales, que podrían provocar otra tragedia.
Familiares lamentaron: 'Diddier era un niño involucrado en las cosas de Dios. Cantaba en la iglesia. Es una gran pérdida'.