17/04/2024
01:05 AM

Pruebas científicas hunden a acusado de crimen de maestra hondureña

Agusto César Ocón, enfrenta juicio por el asesinato de la mentora Sulmi Erazo.

San Pedro Sula, Honduras.

Una ojiva de una bala extraída de la cabeza de la profesora Sulmi Sumilda Erazo Munguía fue disparada con un arma decomisada en la casa del estudiante de Medicina Agusto César Ocón Hernández, según el dictamen de balística y de autopsia presentados ayer como pruebas en juicio oral y público.

Para la Fiscalía esas dos pruebas evacuadas ante el Tribunal de Sentencia ayer incriminan a Ocón Hernández como el asesino de la profesora.

Pero la defensa del imputado con consultores expertos forenses y en balística afirma que hay contradicciones en los dictámenes emitidos.

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El juicio oral y público en contra de Agusto César Ocón Hernández se lleva a cabo dos años después del asesinato de la maestra del instituto Patria de La Lima Sulmi Sumilda Erazo Munguía y la Fiscalía está aportando pruebas científicas con las que pretende demostrar la responsabilidad penal del acusado.

La profesora desapareció el 3 de abril de 2019 luego de haber salido del instituto Patria de La Lima en su turismo acompañada de Agusto César Ocón Hernández y otra maestra con quienes se dirigieron a San Pedro Sula.

La compañera de Sulmi Sumilda se bajó del vehículo en un centro comercial de San Pedro Sula ubicado en el bulevar del este.

Sulmi y Agusto César Ocón siguieron en el vehículo hasta llegar a un centro comercial de la colonia Jardines del Valle y después de unos 20 minutos se dirigieron hasta una zona de la aldea Armenta.

En la zona de Armenta fue hallado el cuerpo de la maestra.
El cuerpo de la maestra Sulmi Sumilda Erazo fue encontrado en estado de descomposición en esa zona de Armenta el 6 de abril cuando Ocón Hernández les indicó ese lugar a los investigadores.

La Fiscalía Especial de Delitos Contra la Vida no tiene un testigo presencial que afirme que Agusto César Ocón Hernández le disparó en la cabeza con una pistola 9 milímetros a la profesora; pero señala que la prueba científica demostrará su culpabilidad.

La primera prueba presentada en el debate fue el análisis de llamadas telefónicas de los celulares del acusado Agusto César Ocón y la profesora Sulmi Sumilda con las que demostraron la ubicación de ambos el 3 de abril.

El celular de Augusto César Ocón lo ubicó en la zona donde fue encontrado el cuerpo de la maestra y la noche del 3 de abril regresó a la colonia Jardines del Valle adonde encontraron el carro de la víctima abandonado.

Autopsia

Otra de las pruebas importantes es el resultado de autopsia que afirma que una ojiva extraída de la cabeza de Sulmi Sumilda Erazo concuerda con el dictamen de balística de una pistola 9 milímetros decomisada en la casa de Ocón Hernández, en un allanamiento, luego del asesinato.


Ayer un perito balístico del Ministerio Público que declaró ante los jueces de sentencia indicó que al hacer la comparación de la ojiva y el arma de fuego se determinó que fue disparada por la pistola decomisada, pues tienen el mismo microrrayado, que es único en cada arma de fuego.

Hechos
2 de abril 2019 Augusto César Ocón le compra a un mecánico el carro que tiene en venta la maestra y le da un cheque sin fondos

3 de abril 2019 Ocón salió de La Lima con la maestra y van a un centro comercial en Jardines del Valle y luego a la zona de Armenta

6 de abril de 2019 la maestra es encontrada asesinada en una zona de Armenta con un balazo al lado derecho de su cabeza

Dicho dictamen fue cuestionado por el perito balístico propuesto por la defensa que señaló que carecía de valor científico.

El consultor forense Denis Castro Bobadilla, luego de interrogar a la forense Iptza Rosales, dijo que habían contradicciones en el dictamen y el protocolo de la autopsia en el caso.

El acusado Augusto César Ocón salió de La Lima con la maestra, pues dos días antes de que fuera asesinada había comprado con un cheque sin fondos un carro que la víctima tenía en venta en un taller en Barandillas. El dueño del taller relató en el juicio que el acusado llegó al lugar.