Comayagua, Honduras.
Debido a que la bala perforó órganos vitales, la menor murió antes de recibir atención médica.
La niña estaba en quinto grado y estudiaba en la Escuela Inmaculada, de la colonia Nueva Comayagua.
La vida de una niña de apenas 10 años fue arrebatada ayer por la inseguridad que se vive en la ciudad de Comayagua desde hace unos meses.
La víctima es Fátima Valentina Benítez Jaco (de 10 años), quien salió de su casa en compañía de un familiar para dar un pequeño paseo caminando por las calles del barrio Arriba, a eso de las 3:00 pm, sin imaginarse que su vida estaba a punto de terminar.
Según versiones recabadas por las autoridades correspondientes, un sujeto venía siguiendo a otro con la intención de matarlo y al no poder alcanzarlo empezó a disparar con su arma de fuego en plena calle.
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Al escuchar los disparos, la niña salió corriendo de regreso a su casa, pero antes de ingresar fue alcanzada por una de las balas.
Los vecinos salieron a la calle y vieron a la menor en la puerta de su vivienda herida y ensangrentada, pero aún con vida.
De inmediato, los familiares empezaron a pedir auxilio y al ver que la asistencia médica no llegaba se llevaron a la pequeña en un carro particular a un centro asistencial privado a unas tres cuadras del lugar.
| Fátima Benítez
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La niña estaba en quinto grado y estudiaba en la Escuela Inmaculada, de la colonia Nueva Comayagua.
El hecho provocó indignación entre familiares y pobladores de Comayagua.
“Es repudiable que estemos a merced de la inseguridad, imagínese que la Policía llegó 40 minutos después a la escena del crimen, esto no puede seguir pasando”, declaró desconsolada Olga Amador, tía de la víctima.
Hasta ayer, la Policía no había dado con el paradero de la persona que disparó contra la menor.
