TEGUCIGALPA.
“No volverá a haber otro alcalde en
Nueva Armenia como
Roberto López”, vitoreaban algunos de los presentes en el vetusto salón municipal, mientras la música no paraba de sonar.
“Lamento no ver a una
Corporación Municipal aquí honrando al hombre que por cinco períodos fue alcalde; un hombre cabal.Es en estos momentos cuando hay tragedia, cuando hay dolor, que se conoce al hermano”, criticó una de las presentes en el sepelio, quien se identificó como su amiga.
En el palacio municipal en el que fungió 17 años como alcalde de Nueva Armenia y al ritmo de música de banda, amigos y correligionarios le dieron el último adiós a Francisco Roberto López (de 81 años).
El exfuncionario se quitó la vida luego de matar a su mujer Brenda Vásquez frente a sus dos hijas este 22 de febrero.
Ayer mientras sonaba la música que era de su predilección, cientos de pobladores de Nueva Armenia, mediante videos, recordaron las obras de infraestructura realizadas por López en los casi cinco períodos que estuvo al frente de esa comuna.
 Parientes lloran sobre el féretro del exalcalde.
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Despedida
Después de varias participaciones de familiares y de simpatizantes del Partido Demócrata Cristiano, al que pertenecía el extinto Francisco López. A eso de las 10:00 am, el féretro fue sacado de la alcaldía, la oficina que él consideraba como su casa.Durante una hora, en hombros de parientes y amigos, los restos mortales del exalcalde fueron paseados por varias calles del pueblo, pasando por el campo de fútbol del municipio, de regreso al parque central, para finalmente tomar rumbo al cementerio de Nueva Armenia. A las 11:00, el cortejo fúnebre ingresó en el camposanto y detrás de él una multitud de habitantes, gran parte de ellos de las zonas rurales de Nueva Armenia, adonde Francisco López tenía mucha credibilidad.
 Brenda Vásquez y Francisco López
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A las 11:25 am, los restos mortales del alcalde de generaciones de Nueva Armenia fueron depositados en una tumba, a escasos metros de donde fue sepultada su esposa Brenda Griselda Vásquez Galo.
