El transporte público sigue siendo uno de los sectores más afectados por la delincuencia e inseguridad en Honduras.
Los buses o taxis ya no solo son víctimas de asaltos, sino de extorsiones, atentados y asesinatos.
Las cifras evidencian lo peligroso que se ha convertido ser empresario del transporte o empleado de este rubro; en siete días han sido asesinados seis hombres vinculados con este sector.
La noche del jueves 4 de julio murió en el hospital Mario Rivas, de San Pedro Sula, Iván Eduardo Ramírez Cabrera (de 43 años). El fallecido era chofer de un microbús que cubre la ruta entre el sector López Arellano (de Choloma) y el centro de San Pedro Sula. Fue atacado por desconocidos en la avenida Junior del barrio Barandillas.
Agentes de la DPI inspeccionan la escena de crimen en la que fue acribillado un taxista VIP.
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Otro ruletero fue acribillado al mediodía del martes 9 de julio. El ahora occiso respondía al nombre de Gilberto Zavala Montoya, y era conocido con el alias Pelón. Laboraba en el putno de taxis qye cubre el sector Rivera Hernández - Centro. Fue ultimado dentro de un 'car wash' en la colonia Satélite de esta ciudad.
La empresa Norteños sufrió un atentado.
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El transportista Domingo Pineda Ramos es la sexta víctima que registra el transporte público del país. El fallecido, quien era dueño de varios buses de la empresa Trampisa (de la ruta El Carmen-Centro), fue acribillado cuando salía de hacer trámites en las oficinas del Servicio de Administración de Rentas (SAR). El empresario fue asesinado al terminar de hacer sus diligencias; la Policía informó que un sicario en motocicleta lo esperaba para matarlo; el cuerpo de Pineda Ramos quedó sobre las vías del tren sampedrano.
Hasta el momento no se reportan capturas por ninguno de estos crímenes.