Tegucigalpa, Honduras.
Un supuesto pleito por el mercado de la droga entre la Mara Salvatrucha y otras bandas dedicadas la narcomenudeo en el barrio El Guanacaste habría sido la causa de las muertes ocurridas la noche del jueves en el citado vecindario capitalino.
Así lo apuntan las investigaciones preliminares efectuadas por la Policía Nacional en torno al múltiple crimen ocurrido en la calle principal del barrio El Guanacaste. “Solo me fui a comprar un fresco a un mercadito y cuando regresé encontré a mi niño con el disparo en el costado derecho y los demás tirados en el suelo”, relató Sinia Aguilera, madre del menor Jons Kennedy Reyes Aguilera, de dos años y nueve meses de edad, uno de los fallecidos.
Las otras víctimas fueron identificadas como Erlin Jeovanny Girón Martínez (de 37 años), su pareja sentimental Blanca Carolina Aguilera Flores (de 28), quien estaba en el sexto mes de gestación y Camilo Antonio López García (de 60).
Los cuatro hombres, la mujer y el infante de dos años resultaron heridos de gravedad, pero en el lugar del tiroteo expiraron Erlin Girón y Camilo López, mientras que Blanca Aguilera y su sobrino Jons Kennedy murieron al ser
ingresados al Hospital Escuela. Los otros dos hombres lograron sobrevivir.
La joven mujer recibió un disparo en el costado derecho que le laceró sus órganos vitales, al igual que al niño Jons Reyes, a quien un proyectil le impactó en la parte baja del abdomen. Pero la mayor parte de las balas las recibió Erlin, para quien presuntamente iba dirigido el ataque.
Carro
Los sicarios abordaron nuevamente el carro y salieron huyendo con rumbo al sur de la ciudad, dejando una estela de dolor en aquella escena.
El carro fue rastreado mediante las cámaras de seguridad del 911 y desde ahí inició una persecución por parte de varias agencias de seguridad del Estado.
Debido al acoso policial y militar, los presuntos gatilleros volcaron frente a la pista del aeropuerto Toncontín, dejando abandonado el vehículo azul.
Un supuesto pleito por el mercado de la droga entre la Mara Salvatrucha y otras bandas dedicadas la narcomenudeo en el barrio El Guanacaste habría sido la causa de las muertes ocurridas la noche del jueves en el citado vecindario capitalino.
Así lo apuntan las investigaciones preliminares efectuadas por la Policía Nacional en torno al múltiple crimen ocurrido en la calle principal del barrio El Guanacaste. “Solo me fui a comprar un fresco a un mercadito y cuando regresé encontré a mi niño con el disparo en el costado derecho y los demás tirados en el suelo”, relató Sinia Aguilera, madre del menor Jons Kennedy Reyes Aguilera, de dos años y nueve meses de edad, uno de los fallecidos.
Las otras víctimas fueron identificadas como Erlin Jeovanny Girón Martínez (de 37 años), su pareja sentimental Blanca Carolina Aguilera Flores (de 28), quien estaba en el sexto mes de gestación y Camilo Antonio López García (de 60).
LEA: Tiroteo en Tegucigalpa: Al menos tres muertos y dos heridos
Naipes
Eran alrededor de las 7:30 pm. Erlin, Camilo, José David Flores y una cuarta persona que no fue identificada, jugaban naipes sobre la tarima de un puesto de venta de frutas que está en la acera, frente a un billar ubicado en la céntrica calle.
De forma repentina, un carro que venía a alta velocidad se detuvo frente al puesto, varios hombres se bajaron de él y comenzaron a disparar contra el grupo de personas, sin importar a cuántas de ellas hirieran.
Lea también: Muere mujer embarazada que resultó herida en tiroteo en Tegucigalpa
VÍCTIMAS: Camilo López García, Erlin Girón Martínez, Blanca Aguilera Flores y Jons Reyes Agulera.
|
La joven mujer recibió un disparo en el costado derecho que le laceró sus órganos vitales, al igual que al niño Jons Reyes, a quien un proyectil le impactó en la parte baja del abdomen. Pero la mayor parte de las balas las recibió Erlin, para quien presuntamente iba dirigido el ataque.
Carro
Los sicarios abordaron nuevamente el carro y salieron huyendo con rumbo al sur de la ciudad, dejando una estela de dolor en aquella escena.
El carro fue rastreado mediante las cámaras de seguridad del 911 y desde ahí inició una persecución por parte de varias agencias de seguridad del Estado.
Debido al acoso policial y militar, los presuntos gatilleros volcaron frente a la pista del aeropuerto Toncontín, dejando abandonado el vehículo azul.