El conductor de un autobús fue ultimado de al menos 10 balazos la mañana de este domingo frente a una gasolinera, en el desvío de la calle hacia el Muelle de Cabotaje en La Ceiba, zona norte del país.
La víctima ha sido identificada como Marco Antonio Reyes, de unos 30 años, cuyo cuerpo quedó inerte y ensangrentado dentro de la unidad de transporte público.
El hecho criminal sucedió cuando cerca de dos individuos a bordo de dos motocicletas prácticamente obligaron al conductor a estacionar la unidad.
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Según se conoció preliminarmente, uno de los malvivientes fue quien primero se acercó al ahora occiso con el objetivo de matarlo, mientras que el segundo estaba listo a accionar por si su compinche fallaba.
 Compañeros de trabajo del fallecido se movieron hasta el lugar y lamentaron profundamente lo ocurrido.
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Un excompañero del fallecido relató que 'era un buen hombre, honesto, trabajador y nunca le conocimos algo malo. Era un buen amigo, duele mucho que pase esto, pero así está el país'.
Se dio a conocer que el ahora occiso vivía en la residencial San Carlos, donde deja tres hijos, y tenía un año de trabajar en el rubro.
Por su lado, agentes de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) se movilizaron hasta la escena acordonada para trabajar en los indicios que provocaron este asesinato, aunque presumen se trata del impuesto de guerra, extremo que esperan confirmar luego.
Posteriormente llegó Medicina Forense del Ministerio Público (MP) para levantar el cuerpo con base a ley y trasladarlo a la morgue para su respectiva autopsia.
 Ilustración del motorista Marco Antonio Reyes, ultimado esta mañana.
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