San Pedro Sula, Honduras.
El chantaje y estafa son los posibles motivos por los que el estudiante de Medicina Augusto César Ocón Hernández (de 29 años), capturado el sábado en la colonia Stibys por la Policía, habría asesinado a la catedrática del instituto Patria, de La Lima, Sulmi Sumilda Erazo Munguía (de 54).
El cadáver de la profesora fue encontrado en estado de putrefacción en una hondonada el sábado a la orilla de la entrada de una residencial, en el sector de Armenta.
Búsqueda
Las autoridades manifestaron que están centrados en la búsqueda del supuesto vehículo que habría comprado el joven estudiante, además de la pistola con la que habrían matado a la profesora.
Debido a ello, el sábado un equipo de Antisecuestros de la Policía ejecutó un allanamiento en la casa del sospechoso.
Las indagaciones de la DPI indican que
Ocón fue novio de una de las hijas de la maestra. Se informó que supuestamente Ocón se estaba queriendo lucrar con dinero a través de chantaje y de la estafa del cheque sin fondos.
Al detenido le encontraron una arma de fuego, tipo pistola, marca Smith Wesson, serie KJF1809, modelo 6906, de color gris, con empuñadura de caucho color negro, con cargador metálico, una toalla color blanco con manchas de sangre, una lodera con manchas de sangre y un teléfono celular color negro marca Huawei.
Consternación
Familiares, maestros y alumnos al saber del hallazgo del cuerpo lamentaron la muerte y exigieron a las autoridades justicia.
Lucía Granados, directora del instituto Patria, contó a LA PRENSA, que la maestra tenía 12 años de impartir clases en la institución y que actualmente era la coordinadora del departamento de contaduría. La directora contó que la profesora era una persona colaboradora y muy querida, por lo que no se explica cómo alguien tuviera la intención de hacerle daño.
“Definitivamente, todos estamos sorprendidos y apesarados con su muerte. Hemos perdido a una gran persona, esperamos que las autoridades lleguen al fondo y capturen al que mató a nuestras compañera”, dijo.
Hasta anoche, los familiares no habían podido retirar de la morgue el cuerpo de la profesora, ya que al momento del levantamiento no hallaron documentación, por lo que las autoridades forenses le exigieron a la familia el registro de las huellas dactilares, pero el Registro Nacional de las Personas estaba cerrado.
El chantaje y estafa son los posibles motivos por los que el estudiante de Medicina Augusto César Ocón Hernández (de 29 años), capturado el sábado en la colonia Stibys por la Policía, habría asesinado a la catedrática del instituto Patria, de La Lima, Sulmi Sumilda Erazo Munguía (de 54).
El cadáver de la profesora fue encontrado en estado de putrefacción en una hondonada el sábado a la orilla de la entrada de una residencial, en el sector de Armenta.
Lea: Sospechoso de muerte de maestra revela detalles del crimen
Las indagaciones del Departamento de Delitos contra la Vida de la DPI partieron de versiones de testigos en las que relatan que vieron por última vez a la catedrática salir en su carro color marrón, placas HAQ, 4417 del colegio Patria el mi?rcoles pasado junto al joven estudiante con rumbo al centro de San Pedro Sula.
Ese día también la profesora iba acompañado de una colega, la cual dejaron en el centro de la ciudad. Después la profesora fue vista entrar con el joven en un centro comercial, luego salieron con rumbo hasta el lugar donde fue encontrado el cadáver de la malograda maestra la noche del sábado.
Fotos: Incansable y ejemplar, así era la profesora asesinada en San Pedro Sula
A raíz de ese dato, las autoridades se centraron en investigar al joven acompañante. Las indagaciones de los agentes de la DPI los condujeron hasta un taller adonde la profesora tenía un carro en reparación, el cual también lo tenía a la venta.
Según las pesquisas, en días anteriores el joven fue a recoger el carro que estaba en el taller con un cheque sin fondos.
| Sumi Sumilda Erazo Munguía se desempeñaba como catedrática del instituto Patria de La Lima.
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Las autoridades manifestaron que están centrados en la búsqueda del supuesto vehículo que habría comprado el joven estudiante, además de la pistola con la que habrían matado a la profesora.
Debido a ello, el sábado un equipo de Antisecuestros de la Policía ejecutó un allanamiento en la casa del sospechoso.
El joven fue llevado hasta la DPI, adonde dio su versión de los hechos. En ella reveló que a él lo contactaron vía WhatsApp amenazándolo que le iban a matar a su familia y le enviaron fotos de él y de sus parientes.
Ocón Hernández les aseguró que le dijeron que llevara a la maestra Erazo a un lugar que ellos le iban a indicar y por eso el miércoles 3 de abril la llevó engañada que él iba a comprar el carro que estaba vendiendo pagándole en efectivo. El sospechoso dice que llevó a la educadora a un río, adonde los estaba esperando un individuo en una moto, quien le disparó en la cabeza a la docente cuando ella se bajó del turismo.
Luego, el detenido dijo que el individuo subió el cuerpo al carro y lo llevaron aproximadamente dos kilómetros adelante y lo tiraron. El sospechoso señala que le dijeron que “con él no era el problema, que se llevara el vehículo y no dijera nada”.
El universitario les dijo a los agentes que a la víctima le cobraban extorsión desde hacía un año, que solo él lo sabía, y que la muerte le provino a Erazo por eso. Las autoridades de la DPI confirmaron que en la colonia Jardines del Valle se encontró abandonado el carro que la maestra conducía cuando desapareció, al que las autoridades le harán las inspecciones requeridas para obtener más datos.
| El cadáver de la educadora fue encontrado la noche del sábado en el sector de Armenta.
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Al detenido le encontraron una arma de fuego, tipo pistola, marca Smith Wesson, serie KJF1809, modelo 6906, de color gris, con empuñadura de caucho color negro, con cargador metálico, una toalla color blanco con manchas de sangre, una lodera con manchas de sangre y un teléfono celular color negro marca Huawei.
Consternación
Familiares, maestros y alumnos al saber del hallazgo del cuerpo lamentaron la muerte y exigieron a las autoridades justicia.
Lucía Granados, directora del instituto Patria, contó a LA PRENSA, que la maestra tenía 12 años de impartir clases en la institución y que actualmente era la coordinadora del departamento de contaduría. La directora contó que la profesora era una persona colaboradora y muy querida, por lo que no se explica cómo alguien tuviera la intención de hacerle daño.
“Definitivamente, todos estamos sorprendidos y apesarados con su muerte. Hemos perdido a una gran persona, esperamos que las autoridades lleguen al fondo y capturen al que mató a nuestras compañera”, dijo.
Hasta anoche, los familiares no habían podido retirar de la morgue el cuerpo de la profesora, ya que al momento del levantamiento no hallaron documentación, por lo que las autoridades forenses le exigieron a la familia el registro de las huellas dactilares, pero el Registro Nacional de las Personas estaba cerrado.
| Los parientes de la mentora llegaron ayer a la morgue.
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