Yoro, Honduras
Un insólito hecho mantiene en incertidumbre y dolor a familiares de un menor de 19 meses identificado como Antonio Jesús Martínez, que falleció el domingo anterior, pero supuestamente dio señales de vida antes de ser sepultado.
Esto sucede en el sector del barrio Salitre en El Negrito, Yoro, donde todavía está el cuerpo del niño a pesar de haber sido declarado muerto en dos ocasiones por médicos de la zona. No obstante, vecinos y familia temen que se trate de un cuadro de catalepsia y se aferran a la esperanza de verlo con vida nuevamente.
Según relatan familiares, luego de sufrir de severas fiebres y diarrea, el menor fue ingresado a un centro asistencial de El Negrito, donde no logró sobrevivir. Médicos lo declararon muerto, y se procedió al respectivo proceso de vela y entierro.
'Cuando ya estábamos por enterrarlo, le pedí a la gente que me lo diera y cuando lo tuve en mis brazos sentí que respiraba y reaccionó a lo que yo le decía', relató su tía que se identificó únicamente como Thelma.
Luego de ello, regresaron con el cuerpo del menor a su vivienda, esperando que fuera revisado por otros médicos; lo llevaron a una clínica privada donde este lunes volvió a ser declarado muerto.
'Lo que dejó en incertidumbre a la familia es que el cuerpecito no mostraba señales de descomposición y por eso no quieren meterlo al ataúd', manifestó una vecina que acompañó a la familia.
Además, asegura que encontraron marcas en el cuerpo del bebé como ángeles y estrellas, como si se tratase de alguna situación de superstición.
Esta mañana los padres del menor han confirmado que aceptan su muerte por el estado del cuerpo y será sepultado en las próximas horas.
