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Piden justicia por crimen del joven futbolista Yankel Ramírez

  • 03 enero 2019 /

Según sus familiares, al joven lo ultimaron unos tipos en estado de ebriedad porque un mortero que lanzó el menor y unos amigos explotó cerca de ellos.

    San Pedro Sula, Honduras.

    El sueño de ser futbolista profesional se acabó para un niño de 14 años, encontrado asesinado el pasado 1 de enero a orillas de la carretera que conduce a Ticamaya.

    Yankel Ramírez después de darles el abrazo de fin de año a sus familiares salió de su casa con un grupo de amigos para reventar cohetes, pero al parecer un mortero cayó cerca de un grupo de hombres que estaban ingiriendo bebidas alcohólicas, quienes se molestaron, les dieron persecución a los menores e interceptaron a Yankel, quien horas más tarde fue hallado asesinado cerca de su colonia.

    Ramírez era un joven cristiano que este año cursaría el segundo año de ciclo común, pero su pasión por el fútbol era lo que lo motivaba todos los días, a pesar de que hace al menos dos años perdió a su madre, que murió por una enfermedad con la que luchó por varios años.

    La salud de la progenitora de Yankel se complicó cuando tuvo a su segundo hijo, llamado Danielito, quien tiene ahora 4 años y era el compañero del ahora occiso.

    Desde muy pequeño, el joven jugó en equipos de fútbol de Santa Bárbara y San Pedro Sula.
    Carlos Ramírez, tío del joven, manifestó que Danielito pregunta por su hermano y a veces canta una canción que dice: “Dios está con Yankel, y Yankel está con Dios”. El joven futbolista vivió desde muy pequeño en Quimistán, Santa Bárbara, pero desde hace un año residía con otros familiares en la colonia Bosques de Jucutuma, donde lo caracterizaban con un “ángel de luz” porque era muy querido por los vecinos de la colonia.

    A pesar de su corta edad, Yankel era muy sociable en su centro de estudios y formaba parte del equipo de la colonia, ya que jugó como portero en las categorías sub-12 y sub-13 de ligas menores de la Fenafuth, donde logró varias medallas y trofeos.

    “Por la muerte de su madre había pasado muy triste las Navidades anteriores, pero el año pasado todo cambió porque viajamos a Tegucigalpa, donde compartimos con otros familiares, y él ya estaba más alegre y pasamos una Navidad maravillosa”, relató Ramírez entre lágrimas.

    Jorge Alberto Rodríguez, vocero de la Policía, informó que un equipo de la unidad de Delitos contra la Vida de la DPI ya trabaja en el caso del crimen del joven.

    Carlos Ramírez, tío del infortunado jovencito, muestra las medallas ganadas por su
    sobrino Yankel Ramírez