San Pedro Sula, Honduras.
Erlend Senyn Banegas Velásquez (de 38 años), profesor de educación media, fue asesinado frente a sus familiares por personas desconocidas que se introdujeron a su vivienda en la zona de El Chimbo, en la periferia de Tegucigalpa, la tarde del lunes.
Una prometedora carrera en el magisterio nacional y muchas metas por alcanzar fueron segadas por los malvivientes al quitarle la vida al mentor.
Información preliminar en poder de las autoridades de investigación señala que dos hombres ingresaron en la casa de la familia de Erlend Senyn y al tener contacto con él le dispararon en varias ocasiones.
El padre del profesor, al ver lo que estaba ocurriendo, intentó defender a su hijo de los criminales, pero estos también arremetieron en contra de él, causándole heridas en el rostro.
Los sujetos salieron huyendo del lugar, pero ni la familia ni la Policía confirmaron si el ataque armado se debió a un asalto o si el fin era terminar con la vida del joven docente.
El crimen ocurrió entre las 4:45 pm y las 5:00 pm en un lugar apartado de otras residencias, en el kilómetro 8 de la carretera a Santa Lucía.
Erlen Senyn expiró casi de inmediato dentro de su casa, y su progenitor (de quien se reserva su identidad) fue auxiliado por paramédicos del Cuerpo de Bomberos y después llevado a un centro médico.
El funesto suceso fue reportado minutos después a los agentes policiales asignados a la zona, pero ya muy poco se pudo hacer. Los sicarios que mataron a Banegas Velásquez se habían ido del lugar.
“Era un docente entregado a sus estudiantes día a día, muy disciplinado y muy responsable, Erlend”, manifestó lamentando lo ocurrido Liceth Navarro, directora del Instituto Mixto Hibueras, adonde laboraba el extinto catedrático.
Erlend Banegas tenía tres años de haber ingresado en el Hibueras, impartía las clases del área de Ciencias Sociales desde el primer curso de ciclo común hasta el último año de diversificado.
La maestra recordó que “Erlend estaba de vacaciones, todos los maestros terminaron su año lectivo el 30 de noviembre y fue la última vez que lo tuvimos en la institución”.
Familiares, compañeros de trabajo y amistades de la familia velaron ayer en una funeraria los restos mortales del maestro Erlend Senyn Banegas Velásquez a la espera de que la justicia terrenal llegue pronto y que el crimen no quede en la impunidad.
Erlend Senyn Banegas Velásquez (de 38 años), profesor de educación media, fue asesinado frente a sus familiares por personas desconocidas que se introdujeron a su vivienda en la zona de El Chimbo, en la periferia de Tegucigalpa, la tarde del lunes.
Una prometedora carrera en el magisterio nacional y muchas metas por alcanzar fueron segadas por los malvivientes al quitarle la vida al mentor.
Información preliminar en poder de las autoridades de investigación señala que dos hombres ingresaron en la casa de la familia de Erlend Senyn y al tener contacto con él le dispararon en varias ocasiones.
El padre del profesor, al ver lo que estaba ocurriendo, intentó defender a su hijo de los criminales, pero estos también arremetieron en contra de él, causándole heridas en el rostro.
| El padre del ahora occiso salió herido en el ataque.
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El crimen ocurrió entre las 4:45 pm y las 5:00 pm en un lugar apartado de otras residencias, en el kilómetro 8 de la carretera a Santa Lucía.
Erlen Senyn expiró casi de inmediato dentro de su casa, y su progenitor (de quien se reserva su identidad) fue auxiliado por paramédicos del Cuerpo de Bomberos y después llevado a un centro médico.
El funesto suceso fue reportado minutos después a los agentes policiales asignados a la zona, pero ya muy poco se pudo hacer. Los sicarios que mataron a Banegas Velásquez se habían ido del lugar.
| Los perros de la casa de la familia del profesor Erlend Senyn Banegas Velásquez no detectaron a los homicidas.
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Erlend Banegas tenía tres años de haber ingresado en el Hibueras, impartía las clases del área de Ciencias Sociales desde el primer curso de ciclo común hasta el último año de diversificado.
La maestra recordó que “Erlend estaba de vacaciones, todos los maestros terminaron su año lectivo el 30 de noviembre y fue la última vez que lo tuvimos en la institución”.
Familiares, compañeros de trabajo y amistades de la familia velaron ayer en una funeraria los restos mortales del maestro Erlend Senyn Banegas Velásquez a la espera de que la justicia terrenal llegue pronto y que el crimen no quede en la impunidad.
