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Paro respiratorio acabó con la vida del predicador

  • 08 diciembre 2018 /

    Tegucigalpa, Honduras.

    El reloj marcaba las 4:14 pm de ayer cuando el joven predicador Dennis Edgardo Álvarez (de 30 años) expiró en la sala de cuidados intensivos del Hospital Escuela.

    Dennis Edgardo era el joven predicador que recibió un disparo de un militar de las fuerzas especiales del Ejército luego que la víctima intentara abrir el carro del oficial al haberlo confundido con el de él.

    “Yo estaba en el baño y fue en ese momento que ocurrió lo peor. Me siento destrozada, perdí a mi esposo y mis hijas quedaron solas”, dijo muy desconsolada Sonia Maribel Alonzo, esposa del joven predicador.

    Dennis Edgardo era un comerciante en la colonia Fuerzas Armadas, donde residía desde hace muchos años, y el martes recibió un disparo en la cara de manos del capitán y francotirador Edwin Froylán Castro.

    El hecho ocurrió en el estacionamiento de un centro comercial de Comayagüela. Desde ese día, Álvarez permaneció interno luchando por su vida, pero debido a la gravedad de las lesiones provocadas por el impacto en la cara perdió el ojo derecho y le dañó el izquierdo. Falleció al sufrir un paro respiratorio.

    Los pronósticos de sobrevivencia que daban los médicos eran reservados, pues se encontraba en estado crítico.

    Dennis y su padre andaban comprando comida en el centro comercial y cuando salieron para irse a la casa, en el estacionamiento se equivocaron de carro, pues intentó abrir otro que era similar al suyo. En el carro estaba el capitán Edwin Froylán Castro, quien pensó que lo querían asaltar, pues había salido de una institución bancaria.

    El oficial se presentó ante las autoridades y el jueves fue remitido a los juzgados de lo penal en Comayagüela y un juez le decretó la detención judicial, por lo que fue trasladado al Centro Nacional Penitenciario de Támara.

    El lunes se realizará la audiencia inicial, ya que se le acusa de cometer el delito de homicidio en su grado de tentativa en contra del predicador.

    Sonia Maribel Alonzo hace un llamado a las autoridades gubernamentales a que les apoyen, ya que las niñas quedan sin protección, pues el papá era el único que les daba sustento.