Tegucigalpa, Honduras.
Una confusión provocó que un capitán de las Fuerzas Armadas de Honduras atacara a disparos a un joven en la capital, quien se debate entre la vida y la muerte.
El hecho ocurrió a las 7:15 pm del martes, en un centro comercial ubicado entre las colonias Policarpo Paz García y La Laguna, al norte del Distrito Central.
El militar Edwin Froylán Castro llegó a al centro comercial y estacionó su camioneta gris, marca Honda CRV. Minutos después y tras realizar unas diligencias bancarias retornó al estacionamiento. En el momento que Castro regresaba encontró a dos hombres cerca de su camioneta y a uno de ellos intentado abrir la puerta del conductor.
El oficial de Fuerzas Especiales del Ejército, con especialidad de francotirador, le disparó en la cabeza y en el pecho al hombre que intentaba abrir el carro.
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Pero nada de lo que el militar vio era lo que él creyó, el robo del automotor. Para desdicha del herido, Denis Edgardo Álvarez (de 29 años), el carro gris Honda CRV, sin placas, era casi idéntico al suyo que estaba aparcado a unos metros del vehículo del capitán. Denis Edgardo se desplomó debido al balazo recibido en la cabeza y casi de inmediato fue trasladado al Hospital Escuela.
Edwin Castro se entregó voluntariamente y ayer sería presentado a los tribunales de justicia para que respondiera por el hecho. Hasta ayer el joven, quien según sus familiares es miembro de la iglesia Cristo Misionera, permanecía en estado delicado de salud a pesar de que fue intervenido quirúrgicamente.
El psiquiatra forense Juan Carlos Munguía considera que este hecho se derivó “debido a la formación que tienen en el Ejército, ya que esta es para reforzar el circuito de estrés que funciona bajo las premisas de la identificación del miedo, de alertas y las amenazas”.
Una confusión provocó que un capitán de las Fuerzas Armadas de Honduras atacara a disparos a un joven en la capital, quien se debate entre la vida y la muerte.
El hecho ocurrió a las 7:15 pm del martes, en un centro comercial ubicado entre las colonias Policarpo Paz García y La Laguna, al norte del Distrito Central.
El militar Edwin Froylán Castro llegó a al centro comercial y estacionó su camioneta gris, marca Honda CRV. Minutos después y tras realizar unas diligencias bancarias retornó al estacionamiento. En el momento que Castro regresaba encontró a dos hombres cerca de su camioneta y a uno de ellos intentado abrir la puerta del conductor.
El oficial de Fuerzas Especiales del Ejército, con especialidad de francotirador, le disparó en la cabeza y en el pecho al hombre que intentaba abrir el carro.
| Las dos camionetas Honda CRV estaban aparcadas a unos metros una de la otra y son casi iguales.
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Pero nada de lo que el militar vio era lo que él creyó, el robo del automotor. Para desdicha del herido, Denis Edgardo Álvarez (de 29 años), el carro gris Honda CRV, sin placas, era casi idéntico al suyo que estaba aparcado a unos metros del vehículo del capitán. Denis Edgardo se desplomó debido al balazo recibido en la cabeza y casi de inmediato fue trasladado al Hospital Escuela.
Edwin Castro se entregó voluntariamente y ayer sería presentado a los tribunales de justicia para que respondiera por el hecho. Hasta ayer el joven, quien según sus familiares es miembro de la iglesia Cristo Misionera, permanecía en estado delicado de salud a pesar de que fue intervenido quirúrgicamente.
El psiquiatra forense Juan Carlos Munguía considera que este hecho se derivó “debido a la formación que tienen en el Ejército, ya que esta es para reforzar el circuito de estrés que funciona bajo las premisas de la identificación del miedo, de alertas y las amenazas”.
