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Luto en el fútbol: matan a balazos a portero del Vida

  • 18 noviembre 2018 /

Óscar Sein Munguía Zelaya fue ultimado a balazos junto a un amigo suyo durante una discusión en un bar La Policía montó operativos en busca del hechor del doble asesinato

La Ceiba, Honduras

Su sueño era jugar en el Olimpia y viajar a Estados Unidos. Pero las aspiraciones de Óscar Sein Munguía Zelaya, la joven promesa del Club Deportivo Vida, se esfumaron al ser ultimado junto a un amigo suyo la madrugada de ayer en un establecimiento nocturno de La Ceiba.

Entierro
El sepelio del guardameta será hoy a las 3:00 pm en el cementerio municipal del barrio Mejía, informó la familia.

Lo que empezó como un convivio se convirtió en una tragedia en el bar Soprano en El Paseo de Los Ceibeños.

El futbolista (de 26 años) departía con un grupo de amigos cuando se originó una confusa discusión, en la que él quiso intervenir y encontró la muerte a eso de las 3:20 am de ayer.

Relatos de testigos indican que entre el grupo se inició una discusión, que luego pasó a los golpes.

Uno los involucrados en la pelea salió del establecimiento y se dirigió en veloz carrera a un hotel cercano a sacar su arma, a su regreso disparó contra Munguía Zelaya, quien ya estaba en las afueras del local con dos amigos que lo acompañaban, uno identificado como Vivian López, quien murió en el lugar, mientras el tercero resultó herido y permanece internado en un centro asistencial.Los cuerpos del guardameta y su amigo quedaron tirados en el suelo, murieron al instante producto de las graves heridas por los balazos.

Esta tragedia ha traído dolor y desolación en todos sus parientes.

El atacante huyó de la escena dejando entre el dolor y la tragedia a dos familias y a un equipo de fútbol que tenía puestas sus esperanzas en las habilidades de Óscar Sein Munguía. Las autoridades policiales iniciaron las investigaciones del lamentable hecho en que se manejan varias versiones. “Estamos tratando de identificar qué ocasionó la muerte de estas personas, ya tenemos información importante sobre esto; sin embargo, no podemos dar detalles, estamos tratando con la responsabilidad del caso, y así poder lograr las detenciones”, informó el comisario Luis Bustamante, subjefe de Unidad Departamental de la Policía en Atlántida.

Trayectoria
Como jugador profesional debutó con el Real Sociedad, Arsenal y otros equipos de la segunda división.

La autoridades policiales montaron ayer en distintos sectores de La Ceiba y otros municipios varios operativos en busca del responsable de estas muertes.

Dolor. Mientras el día se asomaba, la ciudad se enteraba de la triste noticia. El llanto de sus familiares y amigos despertó a los vecinos de las colonias Esquipulas y Miramar, lugares adonde nació y creció el joven que debutó en el Victoria y en otros equipos.

“Mi muchachito era un hijo especial para mi vida. Solo con él vivía porque el resto de mis hijos están en Estados Unidos. Era una persona muy alegre y especial que jugaba en el Vida. Lamento mucho el hecho, hará mucha falta, era único varón de la casa”, decía con palabras entrecortadas Gladys Zelaya, madre del extinto futbolista que deja tres hijos en las edades de 9, 4 y 2 años.

La consternación y tristeza era evidente en las angostas calles de estos lugares. “Él era muy querido por la gente de aquí, no sé por qué sería el problema”, se preguntaba tristemente Juan Pastor Zelaya, abuelo de Munguía, quien recuerda que la última vez que lo vio fue dos noches antes de su muerte. “La última vez que lo miré fue el viernes en la noche, yo voy a la iglesia, y él fue a dejar a su mamá a la iglesia, y yo lo invité. “Mira que Cristo te ama”, recuerda el anciano que le dijo.

En la colonia Esquipulas, adonde nació y creció, fue velado el cuerpo del guardameta.

Su pasión

Desde pequeño le gustó el fútbol. “Siempre jugaba en el kínder y en la escuela de la colonia, era su pasión”, comentó Héctor Zelaya, tío de la víctima.

“Su sueño era jugar en el Olimpia y llegar a Estados Unidos, pero la muerte se lo llevó, era una gran promesa”, recordó el tío.

Para su familia fue un orgullo.

“Mi hermano era la mejor persona, era un muchacho que no se metía con nadie, no sé por qué le pasó esto, y es una muerte más que queda impune, porque las autoridades no hacen nada”, dijo resignada Iris Zelaya, hermana del malogrado guardameta.

“Desde niño le decíamos Puka, ahí va Puka con la pelota, porque desde niño mi hermano solo se dedicaba al fútbol”, decía entre lágrimas.

Para el Club Deportivo Vida, la muerte de Óscar Sein ha sido dolorosa. Su técnico Raúl Martínez Sambulá dijo que no estaba preparado para referirse a esta tragedia.

“Compartimos cuatro años, él siempre fue un tipo bien alegre, un buen compañero”, lo recordó a quien los suplía en sus ausencias, Ricardo el Gato Canales.

“Con él tuvimos la buena confianza de platicar los errores y los aciertos; como mejorar, eso es difícil de encontrar en dos personas que juegan en el mismo puesto, con él siempre tuvimos confianza”, comentó.

Canales, quien no olvida la última participación que tuvo su compañero cuando él estuvo ausente en el partido contra Motagua, donde el Vida ganó por dos goles a cero.

“Fue la figura del partido, hizo buenas intervenciones, me alegré mucho porque se lo merecía”.

Sus familiares, entre el llanto y el dolor, lo recuerdan como una persona con grandes habilidades.
“Dios se encargará del asesino”

En los corredores y las canchas del jardín de niños Manuel Durón y la escuela Rafaela Huete de Rodríguez, de la colonia Miramar, de La Ceiba, inició sus primera atajadas Óscar Sein Munguía Zelaya.

Su muerte violenta la madrugada de ayer acabó con sus aspiraciones y las ilusiones de su familia de verlo triunfar. “A uno solo le queda el dolor nada más. No sé cómo explicarlo, pero mi hermano era un muchacho excelente. Pero lastimosamente Satanás usó un individuo para quitarle la vida, tenía 26 años, estaba lleno de vida”, lamentó Iris Zelaya, hermana del guardameta.

Desde que salió de la escuela se enroló en los equipos de la ciudad.

Jugó primero en el Victoria y luego empezó con el Vida, y ahí estuvo en sus temporadas hasta su muerte. Solo la fe en Dios tiene a esta familia unida en este dolor, “pero Dios es justo y Él se va encargar de él (asesino), porque el Señor dice “Mía es la venganza”, y yo sé que Él es grande y poderoso y se va encargar de ese joven que lo hizo. Arrepientete y busca a Jehová, y que Dios te bendiga por este gran dolor que nos has dejado”, dijo con impotencia la mujer adolorida.