Tegucigalpa, Honduras.
Una joven de 20 años de edad fue detenida este miércoles en las salas del bloque Materno Infantil del Hospital Escuela Universitario de Tegucigalpa, esto por ser sospechosa de haber abortado a su bebé.
Según el Código Penal de Honduras, el aborto es un crimen en el país, por lo que la mujer, identificada como Samaya Esperanza Centeno, es sospechosa de cometer el delito de aborto provocado.
La joven, procedente del municipio de Talanga, a unos 59 kms de Tegucigalpa, ingresó al hospital para ser atendida de las consecuencias de un supuesto aborto que le fue practicado en su casa, en el barrio La Frontera del municipio antes referido.
Fueron los familiares de la mujer que alertaron a las autoridades policiales del supuesto delito cuando encontraron, en el baño de la casa, un balde plástico que en el interior contenía un feto desarrollado y ropa de Centeno manchada de sangre.
Parientes relataron que en el contenedor también hallaron medicamentos y una tijera manchada con sangre, por lo que se sospecha que el abordo practicado en Samaya Esperanza fue asistido.
Familiares confesaron que no sabían del embarazo de la joven, pero que observaron un comportamiento sospechoso en ella, por lo que la preguntaron si estaba embarazada, hecho que negó, pero que quedó en evidencia cuando salió ensangrentada del baño a pedir ayuda.
Una joven de 20 años de edad fue detenida este miércoles en las salas del bloque Materno Infantil del Hospital Escuela Universitario de Tegucigalpa, esto por ser sospechosa de haber abortado a su bebé.
Según el Código Penal de Honduras, el aborto es un crimen en el país, por lo que la mujer, identificada como Samaya Esperanza Centeno, es sospechosa de cometer el delito de aborto provocado.
La joven, procedente del municipio de Talanga, a unos 59 kms de Tegucigalpa, ingresó al hospital para ser atendida de las consecuencias de un supuesto aborto que le fue practicado en su casa, en el barrio La Frontera del municipio antes referido.
Fueron los familiares de la mujer que alertaron a las autoridades policiales del supuesto delito cuando encontraron, en el baño de la casa, un balde plástico que en el interior contenía un feto desarrollado y ropa de Centeno manchada de sangre.
Parientes relataron que en el contenedor también hallaron medicamentos y una tijera manchada con sangre, por lo que se sospecha que el abordo practicado en Samaya Esperanza fue asistido.
Familiares confesaron que no sabían del embarazo de la joven, pero que observaron un comportamiento sospechoso en ella, por lo que la preguntaron si estaba embarazada, hecho que negó, pero que quedó en evidencia cuando salió ensangrentada del baño a pedir ayuda.
