San Pedro Sula, Honduras.
El guardia Yimis Ubel Cárcamo Chirinos seguirá en prisión por haberle quitado la vida a su compañera de hogar cuando esta llegó a pedirle dinero para la comida.
Ayer, en la audiencia inicial, la Fiscalía de Delitos contra la Vida presentó pruebas testificales y documentales ante el juez, quien le decretó al imputado el auto de formal procesamiento con prisión preventiva.
El hecho se produjo el 31 de julio, cuando Marlyn Consuelo Sosa Kirington llegó al lugar de trabajo del guardia en el barrio Barandillas. La fémina, según testigos, le pidió dinero para la comida, pues el hombre desde hacía tres días no llegaba a su casa.
El guardia, con cólera, tomó la pistola que tenía asignada y le infirió seis balazos a la mujer.
Sosa Kirington fue llevada a la emergencia del hospital Mario Rivas, pero murió en el centro hospitalario debido a la gravedad de las heridas.
Al hombre lo acusaron de parricidio, delito que tiene una pena de 20 a 30 años de prisión, y por portación de arma comercial; pero por este último el juez le dio un sobreseimiento provisional. La audiencia preliminar será el 25 de septiembre y la Fiscalía formalizará la acusación.
El guardia Yimis Ubel Cárcamo Chirinos seguirá en prisión por haberle quitado la vida a su compañera de hogar cuando esta llegó a pedirle dinero para la comida.
Ayer, en la audiencia inicial, la Fiscalía de Delitos contra la Vida presentó pruebas testificales y documentales ante el juez, quien le decretó al imputado el auto de formal procesamiento con prisión preventiva.
El hecho se produjo el 31 de julio, cuando Marlyn Consuelo Sosa Kirington llegó al lugar de trabajo del guardia en el barrio Barandillas. La fémina, según testigos, le pidió dinero para la comida, pues el hombre desde hacía tres días no llegaba a su casa.
El guardia, con cólera, tomó la pistola que tenía asignada y le infirió seis balazos a la mujer.
Sosa Kirington fue llevada a la emergencia del hospital Mario Rivas, pero murió en el centro hospitalario debido a la gravedad de las heridas.
Al hombre lo acusaron de parricidio, delito que tiene una pena de 20 a 30 años de prisión, y por portación de arma comercial; pero por este último el juez le dio un sobreseimiento provisional. La audiencia preliminar será el 25 de septiembre y la Fiscalía formalizará la acusación.
