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Señales de tortura tenía mujer sacrificada en rito satánico

  • 09 mayo 2018 /

Una de las hipótesis es que el crimen lo habrían cometido pandilleros en venganza contra uno de los hijos de la víctima que está preso.

    Tegucigalpa, Honduras.

    Gloria Liceth Izaguirre Torres (de 41 años), asesinada en medio de un rito satánico, tenía golpes en su boca, heridas hechas con arma blanca en las muñecas y en las palmas de las manos.

    La humilde señora fue cruelmente torturada antes de que sus homicidas la mataran.

    A Izaguirre Torres la encontraron sin vida en una casa abandonada en la aldea Corralitos, El Hatillo, el pasado sábado 5 de mayo.

    Sus victimarios le plasmaron cruces invertidas y estrellas usadas para ritos demoniacos. Posteriormente la apuñalaron en el abdomen, herida que le atravesó el hígado y murió desangrada.

    Así lo confirmó una fuente ligada a los cuerpos de investigación del Ministerio Público.

    El hecho está relacionado con maras y pandillas que operan en esa zona. “La señora fue raptada, luego torturada, hasta que le propinaron una herida con la que murió desangrada, eso fue un homicidio”, afirmó la fuente.

    Señaló que la investigación abarca situaciones como si ella estaba bajo los efectos del alcohol o las drogas cuando le quitaron la vida.

    Alrededor de su cuerpo había candelas negras, un pentagrama, cruces invertidas, elementos usados para rituales satánicos.

    La víctima residía en la colonia Smith de Comayagüela y era madre de cinco hijos y, además, tenía un nieto, quienes se vieron obligados a abandonar la vivienda.

    Se conoció que uno de los hijos de la señora está recluido en la Penitenciaría Nacional de Támara.

    Conforme a las indagaciones, los homicidas habrían cometido el vil acto contra la mujer por vengarse de su hijo preso. Esta persona está recluida por tráfico de drogas y asociación ilícita.

    Un día después del crimen, elementos de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) se disponían a decomisarle el celular a uno de sus hijos para revisar mensajes y llamadas y así encontrar algún indicio; sin embargo, el dueño del teléfono se negó rotundamente a que los policías lo revisaran.

    Excavación

    Ayer se constató que en la casa donde ocurrió el crimen se hicieron excavaciones por parte de la DPI para encontrar más indicios. También se buscó si había cadáveres enterrados, en caso de que el lugar fuera utilizado como “casa loca” para desmembrar personas.

    Las autoridades continuarán inspeccionando la zona para dar con el paradero de los responsables del crimen. Los pobladores de la zona aseguran que están preocupados ante ese insólito hecho, ya que nunca había ocurrido algo similar en la zona.

    El celador que vigila desde hace ocho años la propiedad donde está situada la casa expresó que ya había visto cruces amarradas con cabuyas, pero nunca sospechó que se cometiera un crimen en el lugar. Según ejecutivos del Instituto Nacional de Previsión Magisterial (Inprema), el inmueble tiene unos 100 años de existencia. En sus inicios lo ocuparon sacerdotes y monjas españolas.