San Pedro Sula, Honduras
Un hondureño estuvo acusado por más de diez años porque un pandillero le usurpó su identidad.
Hasta juicio oral y público tuvo que llegar el caso de un ciudadano al que un presunto pandillero le usurpó su identidad; pues durante todo el proceso la fiscalía, defensa, ni juzgados pudieron ver el error que cometían.
La acusación se deriva luego de que la Policía de investigación capturó en el 2005 a Junior William Velásquez Maldonado, alias el Tainer.
'El Tainer' es acusado por asociación ilícita pues además de andar tres número 666 en la frente andaba en su cuerpo tatuajes alusivos a la Pandilla 18, según el requerimiento fiscal.
En la audiencia inicia en contra del acusado aduce que es menor de edad y es remitido al Juzgado de la Niñez.
El presunto pandillero estando en el Juzgado de Niñez afirmó que no se llamaba Junior William Velásquez Maldonado y dio el nombre de otra persona utilizando una partida de nacimiento; por lo que sin hacer ninguna diligencia el juez de Niñez lo devuelve al juzgado penal.
Luego de un tiempo el pandillero recobró su libertad porque se le venció la prisión y al incumplir las medidas le giran orden de captura con el nombre del ciudadano afectado.
El ciudadano (al que por seguridada no damos su nombre) fue capturado hace más de un año al ser deportado de Estados Unidos por el delito de asociación ilícita por el que recibió medidas sustitutivas a la prisión y desde ese tiempo ha tenido que firmar en el Tribunal de Sentencia.
Hoy en un juicio oral y público que tuvo que enfrentar la misma Fiscalía que lo acusó tuvo que pedir ante los jueces una sentencia de no culpable; pues en el dictamen presentado de maras y pandilla afirma que el imputado no tiene tatuajes ni elementos que lo vinculen a un grupo criminal.
