San Pedro Sula, Honduras
“Ay, Dios mío, no puede ser, ¿por qué?, si Aron era un gran trabajador, ¿cómo es posible que le hagan esto? No me explicó por qué, si no se metía con nadie”, se lamentaba Irma Estrada, esposa de Aron Josafat Medina (de 32 años), ultimado junto con su amigo Johan Alexis Rosales Flores.
“Ay, Dios mío, no puede ser, ¿por qué?, si Aron era un gran trabajador, ¿cómo es posible que le hagan esto? No me explicó por qué, si no se metía con nadie”, se lamentaba Irma Estrada, esposa de Aron Josafat Medina (de 32 años), ultimado junto con su amigo Johan Alexis Rosales Flores.
Medina se dedicaba al comercio y su amigo le ayudaba en el negocio, conforme a la versión de los familiares.
El crimen de los dos hombres ocurrió dentro de una vivienda ubicada en el bloque uno de la colonia Villa Olímpica.
A los dos hombres, que al parecer estuvieron departiendo la noche del jueves, los ataron de manos, colocados boca abajo, para luego dispararles. Los cuerpos quedaron en la sala de la vivienda.
Aron Medina se conducía en un pick up Ford Ranger rojo, cabina y media, con placas PCI-6329, el cual quedó estacionado frente a la casa de su amigo.
El informe policial establece que a eso de las 6:30 pm del jueves los ahora victimados ingresaron a la vivienda y estaban ingiriendo bebidas alcohólicas. Antes de las 9:30 pm llegaron unos hombres en un automóvil gris gritando “Chele”, pero nadie salió.
Debido a que el equipo de sonido quedó encendido con el volumen alto, los vecinos llamaron en horas de la tarde al número de emergencia 911 y denunciaron el escándalo, por lo que al llegar los uniformados e ingresar a la casa encontraron los cadáveres de los hombres.
La compañera de hogar de Medina comentó que su esposo trabajaba desde los 14 años, cuando murió su madre, y que se dedicaba a la venta de electrodomésticos y hasta automóviles y residían en la colonia Santa Fe, sector Lomas del Carmen.
Manifestó que su esposo no tenía problemas con nadie, así como tampoco había recibido amenazas de muerte.
“No se metía con nadie, era muy trabajador. Me dijo que llevara mi carro al taller porque andaba malo y me dijo que él lo llevaría, pero le dije que no, que no se atrasara y que fuera a entregar una mercadería; él tenía negocio en Comayagua”, expresó.
Versión
El subcomisario David Tábora, asignado a la Unidad Metropolitana de Prevención (Umep 7), dijo que hay un equipo de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) recabando información para dar con el paradero de las personas que cometieron el crimen.
Indicó que se tienen algunos indicios e hipótesis del doble crimen. “Ya hay un equipo de la DPI trabajando en el caso”, expresó Tábora.
