Lempira, Honduras
María Pastora Vásquez (de 44 años) tomó a sus hijas de ocho y once años y se marchó a cortar café al municipio de Dulce Nombre de Copán, dejando a la mayor (14 años) en manos de su padrastro Eusebio Vásquez Pérez, quien para las autoridades resultó ser un depredador sexual.
Para los vecinos de la aldea Guacutao, en el municipio de San Manuel de Colohete, en Lempira, fue visto como una acción casi normal, hasta el primero de enero cuando ella salió corriendo de la casa de adobe y Eusebio (de 56 años) la perseguía.
María Pastora se fue a mediados de noviembre y dejó a la menor en la montaña donde Vásquez Pérez tiene cultivos de café, cebollines y otros productos. Algunos días parecían normales, pero cuando Vásquez salía a beber se llevaba a la menor a las cantinas de la comunidad.
“Ese día, como al mediodía, la niña bajó corriendo de la montaña y a los minutos Eusebio iba siguiéndola”, dijo uno de los vecinos, quien afirma que el hombre ya había tenido otros problemas legales por llevar a las cantinas a sus dos hijas (de ocho y once años).
Eusebio fue visitado por una fiscal hace más de un año y lo hicieron comprometerse a que no sacaría a sus hijas a lugares donde estaban bebiendo, aseguró el vecino.
Pese a las advertencias, el hombre continuó y en los últimos meses los aldeanos miraban más acercamiento de Eusebio con su hijastra.
| Eusebio Vásquez y Genaro López quedaron presos por violación.
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A las 4:30 pm del primero de enero, la niña fue encontrada tirada en medio de un campo conocido como La Laguna, en la aldea de Guacutao. Estaba desmayada, con sangre en la boca y la nariz y no reaccionaba, por lo que llamaron a la Policía.
María Arcadia Vásquez Pérez, hermana de Eusebio, dijo que se tuvo que ir con la menor en una patrulla para el hospital de Gracias, en Lempira, adonde la atendieron porque aún no reaccionaba.“En el hospital se dieron cuenta que estaba embarazada y me sorprendí porque me dijeron que estaba en riesgo, por eso la trasladaron al hospital de San Pedro Sula”, afirmó.
Manifestó que su hermano tomaba bastante, “pero de que hiciera las cosas por lo que lo acusan, se nos hace difícil creerlo”.
María Pastora Vásquez, al darse cuenta de que su hija estaba en el hospital Mario Rivas, abandonó su empleo en las fincas de café y llegó a San Pedro Sula, donde la capturaron porque la Fiscalía le imputó el delito de violación especial.
La Fiscalía también envió a las otras dos hijas de María Pastora a un centro de la Dirección de Niñez, Adolescencia y Familia (Dinaf) por estar en riesgo.
El jefe regional para la zona occidental del Dinaf, Servio Tulio Chávez, indicó que aplicaron una medida de protección inmediata a las tres menores mientras se realiza la investigación.
Agregó que se harán evaluaciones en el hogar y análisis psicológicos para determinar si podría haber un reintegro familiar. Manifestó que ahora la ciudadanía está haciendo más denuncias de hechos de violación en sus comunidades y por eso en un gran porcentaje los casos están judicializados.
| María Pastora Vásquez, madre de la niña, quedó con medidas por permitir el abuso.
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Además de la acusación en contra de Vásquez Pérez y su compañera de hogar María Pastora Vásquez, también acusaron de violación especial a Genaro López Manueles, ya que supuestamente es el hombre que abusó de la menor de 14 años cuando la hallaron desmayada en medio de un campo en la aldea Guacutao.
En la audiencia inicial efectuada en el juzgado de Gracias, Lempira, el juez decretó auto de formal procesamiento en contra de Vásquez Pérez y Genaro López por violación especial.
A María Pastora Vásquez le modificaron el delito de violación especial a encubrimiento por haber permitido que su compañero de hogar abusara de la niña, quien está embarazada de él.
La mujer ahora se defenderá en libertad, pues el juzgado le aplicó medidas sustitutivas a la prisión.
Según la declaración de la menor de 14 años, su madre la obligaba a obedecerle a su padrastro y la dejó sola las últimas semanas.
La Fiscalía informó que la madre sabía del abuso y permitió que siguiera pasando, incluso se había ido de la casa.
Los vecinos de Guacutao están asombrados por los sucedido la tarde del primero de enero, pero se resisten a creer que Genaro López Manueles haya abusado de la menor.
El hombre supuestamente invitó a Eusebio Vásquez a tomar y también le dieron licor a la niña, y de acuerdo con el dictamen preliminar la violaron.
Domingo Sánchez, habitante de Guacutao, dijo que Genaro es un hombre tranquilo y respetuoso, que nunca se le había mencionado en hechos violentos en la zona.
| En esta casa vivía el padrastro y la menor que está embarazada.
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