San Pedro Sula, Honduras.
El piloto de una avioneta fumigadora resultó ileso de milagro ayer al accidentarse la nave en unos potreros del Campo Dos en La Lima.
El conductor de la aeronave fue identificado como Javier Matamoros. Compañeros de trabajo de Matamoros relataron que el accidente se suscitó a eso de las 9:40 am.
El capitán Matamoros andaba fumigando unas plantaciones de banano y a esa hora iba de regreso para el pequeño aeropuerto que tiene la empresa para la cual labora que está en ese sector de La Lima.
Conforme a lo relatado por el capitán de aviación a sus compañeros, cuando el avión estaba a unos 800 metros de la pista de aterrizaje se le apagó el motor. Javier Matamoros hizo varias maniobras para evitar que la avioneta cayera en picada.
Cuando estaba a pocos metros de aterrizar en unos potreros, las alas del avión impactaron en unos árboles, lo que provocó que el piloto perdiera el control, pero lo retomó y logró caer sin que la nave impactara fuerte en el suelo.
El capitán pudo salir del avión por sí solo, y pocos minutos después llegaron a auxiliarlo unos compañeros de trabajo y lo trasladaron a las
instalaciones de la empresa.
Los compañeros de Matamoros indicaron que la inspección que le harán a la avioneta establecerá qué provocó que se apagara el motor.
Los técnicos que llegaron a revisar la aeronave indicaron que el fuselaje y el motor no sufrieron daños.
Alexander Salgado, oficial de búsqueda y salvamento de Aeronáutica Civil, dijo que uno de los factores que favoreció para que el impacto del avión no fuera tan fuerte es que el terreno está fangoso y eso amortiguó en cierta medida la caída.
“Se pueden ver los surcos que dejó la aeronave en el lodo y eso facilitó para que el piloto hiciera un aterrizaje mucho más suave. La pericia del capitán que es un piloto de mucha experiencia también le salvó la vida porque logró un aterrizaje sin muchos problemas”, indicó Salgado. Manifestó que el hecho de que la avioneta viniera a baja altura y a poca velocidad porque estaba a punto de aterrizar ayudó a que el percance no haya sido de gran magnitud.
“Ya vimos la aeronave y su estructura está normal. Constatamos que los daños son en las puntas de las alas. El motor y el fuselaje están en buen estado”, expreso Salgado. El oficial de Aeronáutica Civil indicó que esperarán el dictamen de la inspección que harán los técnicos para establecer la causa del accidente de la avioneta.
El piloto de una avioneta fumigadora resultó ileso de milagro ayer al accidentarse la nave en unos potreros del Campo Dos en La Lima.
El conductor de la aeronave fue identificado como Javier Matamoros. Compañeros de trabajo de Matamoros relataron que el accidente se suscitó a eso de las 9:40 am.
Sépalo
La nave accidentada es una Air Tractor 402. Los técnicos que llegaron a inspeccionar la aeronave dijeron que es una Air Tractor 402 con matrícula hondureña AR-AWY, la cual resultó con daños en las puntas de las alas.
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Conforme a lo relatado por el capitán de aviación a sus compañeros, cuando el avión estaba a unos 800 metros de la pista de aterrizaje se le apagó el motor. Javier Matamoros hizo varias maniobras para evitar que la avioneta cayera en picada.
Cuando estaba a pocos metros de aterrizar en unos potreros, las alas del avión impactaron en unos árboles, lo que provocó que el piloto perdiera el control, pero lo retomó y logró caer sin que la nave impactara fuerte en el suelo.
Agentes de la Policía Nacional llegaron a hacer las averiguaciones del percance de la avioneta. El piloto de la avioneta salió ileso, según lo informado por sus compañeros de trabajo.
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Los compañeros de Matamoros indicaron que la inspección que le harán a la avioneta establecerá qué provocó que se apagara el motor.
Los técnicos que llegaron a revisar la aeronave indicaron que el fuselaje y el motor no sufrieron daños.
Alexander Salgado, oficial de búsqueda y salvamento de Aeronáutica Civil, dijo que uno de los factores que favoreció para que el impacto del avión no fuera tan fuerte es que el terreno está fangoso y eso amortiguó en cierta medida la caída.
“Se pueden ver los surcos que dejó la aeronave en el lodo y eso facilitó para que el piloto hiciera un aterrizaje mucho más suave. La pericia del capitán que es un piloto de mucha experiencia también le salvó la vida porque logró un aterrizaje sin muchos problemas”, indicó Salgado. Manifestó que el hecho de que la avioneta viniera a baja altura y a poca velocidad porque estaba a punto de aterrizar ayudó a que el percance no haya sido de gran magnitud.
“Ya vimos la aeronave y su estructura está normal. Constatamos que los daños son en las puntas de las alas. El motor y el fuselaje están en buen estado”, expreso Salgado. El oficial de Aeronáutica Civil indicó que esperarán el dictamen de la inspección que harán los técnicos para establecer la causa del accidente de la avioneta.