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'Los colegios son escenario de disputa entre las maras”

  • 28 junio 2017 /

Parientes, amigos y estudiantes asistieron ayer al sepelio del estudiante Olman Adalid Castillo (18). Trabajaba como abatizador de su colonia en la capital.

    Tegucigalpa, Honduras.

    Familiares, compañeros de estudio y amigos despidieron ayer al estudiante Olman Adalid Castillo Calderón (18).

    El alumno del Instituto Central Vicente Cáceres fue encontrado asesinado el martes en un sector de la colonia Nueva Esperanza de Comayagüela. Él cursaba el segundo año de Contaduría y Finanzas. Sin embargo, el sueño de coronar su carrera fue truncado por desconocidas, quienes le quitaron la vida por asfixia, pues fue ahorcado y torturado.

    El cadáver fue velado en la iglesia Príncipe de Paz, en la colonia Divanna de Comayagüela, lugar donde residía.



    La semana anterior recibió su salario ya que se dedicaba a abatizar las pilas de almacenamiento de agua de la colonia Divanna y alrededores y parte del dinero lo utilizó para comprar provisión para su madre.

    Mientras que con otra parte del salario que recibió compró un teléfono celular que era para su uso personal.

    Ayer sus compañeros del Central llegaron a la iglesia donde permanecía el féretro. De igual manera, un grupo de estudiantes del Instituto Abelardo R. Fortín llegó para darle un último adiós, pues el año anterior había sido alumno del centro.

    Momentos de consternación se vivieron en el sepelio de Olman Adalid Castillo, estudiante del Instituto Central.
    Bajo ataque

    En los últimos meses se ha reportado una embestida del crimen en contra de estudiantes de diversos centros educativos.

    Los cuerpos de investigación reportan este año un éxodo de estudiantes del Central. Datos que han sido conocidos, pero no han sido confirmados o negados por las autoridades policiales ni del colegio, establecen que líderes de maras y pandillas reclutan a jóvenes estudiantes, a quienes les entregan entre 20 y 25 puntas de cocaína para que las comercialicen en el interior del centro educativo.

    Preocupación

    Alejandro McCarthy, director del Central, dijo que el asesinato de dos estudiantes en cuatro días es una situación “preocupante y nos tiene acongojados”.

    Al director se le consultó si las maras y pandillas se han infiltrado en el centro educativo, a lo que expresó: “No. De eso nosotros no tenemos problemas. Nuestros problemas son de niñez, pero problemas de maras no hay”. “Puede ser que hayan simpatizantes, no los conocemos y no nos interesa, lo único que nos interesa es formar a estos jóvenes para el bien del país”, aseguró.

    En la iglesia Príncipe de Paz de la colonia Divanna se realizó el velatorio.
    El subcomisionado Julián Hernández, vocero de la Secretaría de Seguridad, dijo que equipos de la Dirección Policial de Investigaciones realizan las averiguaciones.

    Disputa entre maras

    La ministra de Educación, Rutilia Calderón, dijo que “estas muertes violentas de estudiantes, no solo en Tegucigalpa sino en otras ciudades del país, son un golpe a la conciencia. También nos obliga a revisar junto con otras instituciones del Estado las estrategias que hasta ahora se han estado desarrollando”.

    “Hay una comunicación permanente con el secretario de Seguridad (Julián Pacheco) y seguimos fortaleciendo las acciones de prevención de violencia, que son las que competen directamente a la Secretaría de Educación”, explicó.

    Dijo que, de acuerdo con las indagaciones que se han dado a conocer, las maras y pandillas estarían influyendo en estas muertes de estudiantes.

    “Lo importante también es saber cuáles son los mecanismos de protección para la población estudiantil que enfrenta estos escenarios, donde los centros educativos se están convirtiendo en escenarios de disputa y de peleas entre maras”, señaló la titular de Educación.