El Progreso, Honduras.
Al poco tiempo de reportado el asesinato de una anciana y su hijo con síndrome de Down, la Policía capturó al sospechoso que fue yerno y cuñado de las víctimas.
Los fallecidos fueron identificados por las autoridades policiales como Margarita Reina Vásquez (de 82 años) y su hijo Teodoro Orellana Vásquez (de 57 años).
El hecho ocurrió ayer una residencia de la aldea la Sorrosa, cuando la paz y tranquilidad de la madre con su querido hijo fueron interrumpidas por un sujeto que aprovechándose de la confianza de la familia ingresó a la casa para cometer el hecho dantesco.
El detenido fue identificado como José Leonardo Zamora Moradel (de 27 años) quien según las investigaciones policiales fue visto por testigos protegidos cuando salía de la vivienda de su exsuegra.
Parientes de las víctimas manifestaron que la pareja del detenido lo dejó y se fue a vivir a los Estados Unidos. Zamora es guardia de seguridad del hospital de El Progreso y según la Policía ayer solicitó permiso y se ausentó del trabajo en las horas cuando ocurrieron los hechos.
Carlos Aguirre, vocero de la Policía Nacional de El Progreso, manifestó que capturaron al sospechoso después de hacer las investigaciones correspondientes, “existe una conversación por mensajes con la hija de la víctima donde el sospechoso la amenazó, que si no volvía con él se atuviera a las consecuencias”.
Otras evidencias de la Policía es que al momento de la captura, los zapatos y la ropa estaban con sangre, que se supone es de las víctimas.
Una pobladora del lugar manifestó que doña Margarita fue vista por última vez ayer a eso de las 8:00 am, en una pulpería que está a pocos metros de su casa, horas más tarde vieron salir por el portón principal al sospechoso.
Fue a eso de las 2:00 pm, que encontraron los cadáveres, la escena era dramática, porque la señora fue asesinada en el baño y el hijo en la cama cuando descansaba, hasta donde el asesino llegó y a pesar de que las dos personas eran indefensas las asesinó a sangre fría.
Zamora manifestó a LA PRENSA, que no fue a la casa de su suegra y desde el domingo no la mira, sin embargo pidió permiso en su trabajo para ir a otro lugar. “Yo me llevaba bien con mi suegra y hasta consejos le pedía porque se como es la hija de ella”, agregó Zamora.
Los vecinos del lugar lamentaron el hecho porque la anciana tenía más de 50 años de vivir en la aldea y la describieron como miembro de una iglesia evangélica.
Al poco tiempo de reportado el asesinato de una anciana y su hijo con síndrome de Down, la Policía capturó al sospechoso que fue yerno y cuñado de las víctimas.
Los fallecidos fueron identificados por las autoridades policiales como Margarita Reina Vásquez (de 82 años) y su hijo Teodoro Orellana Vásquez (de 57 años).
El hecho ocurrió ayer una residencia de la aldea la Sorrosa, cuando la paz y tranquilidad de la madre con su querido hijo fueron interrumpidas por un sujeto que aprovechándose de la confianza de la familia ingresó a la casa para cometer el hecho dantesco.
El detenido fue identificado como José Leonardo Zamora Moradel (de 27 años) quien según las investigaciones policiales fue visto por testigos protegidos cuando salía de la vivienda de su exsuegra.
| La anciana y su hijo fueron asesinados a puñaladas en su propia casa en la aldea la Sorrosa, de El Progreso.
|
Carlos Aguirre, vocero de la Policía Nacional de El Progreso, manifestó que capturaron al sospechoso después de hacer las investigaciones correspondientes, “existe una conversación por mensajes con la hija de la víctima donde el sospechoso la amenazó, que si no volvía con él se atuviera a las consecuencias”.
Otras evidencias de la Policía es que al momento de la captura, los zapatos y la ropa estaban con sangre, que se supone es de las víctimas.
Una pobladora del lugar manifestó que doña Margarita fue vista por última vez ayer a eso de las 8:00 am, en una pulpería que está a pocos metros de su casa, horas más tarde vieron salir por el portón principal al sospechoso.
| La anciana y su hijo fueron asesinados a puñaladas en su propia casa en la aldea la Sorrosa, de El Progreso.
|
Zamora manifestó a LA PRENSA, que no fue a la casa de su suegra y desde el domingo no la mira, sin embargo pidió permiso en su trabajo para ir a otro lugar. “Yo me llevaba bien con mi suegra y hasta consejos le pedía porque se como es la hija de ella”, agregó Zamora.
Los vecinos del lugar lamentaron el hecho porque la anciana tenía más de 50 años de vivir en la aldea y la describieron como miembro de una iglesia evangélica.
