La Ceiba, Atlántida.
El ministerio rodea la muerte de un agente de la Policía Nacional Preventiva, a quien encontraron muerto la tarde del pasado sábado en una aldea de La Ceiba.
El agente policial identificado como José Eduardo Lagos Morgan (de 30 años) fue reconocido por sus parientes y autoridades policiales ayer en la mañana en la morgue de La Ceiba, luego que su cuerpo fuera encontrado el sábado en horas de la tarde a orilla de la carretera CA-13, en la comunidad de Cuyamel. Debido a que no portaba ninguna documentación lo remitieron como desconocido.
De acuerdo con las investigaciones policiales, el agente estaba asignado a la jefatura municipal de Trujillo, en el departamento de Colón, y estuvo en La Ceiba como agente de la desaparecida Dirección Nacional de Investigación Criminal (DNIC), pero lo trasladaron hacia esa localidad después que entrara en operaciones la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) en La Ceiba.
Los cuerpos de investigación aún no tienen una hipótesis clara de este hecho. “Esta persona pertenecía a la Policía Nacional y estaba asignada en el municipio de Trujillo. Perdió la vida a causa de varios impactos de bala. Ya se está haciendo la respectiva investigación del caso para poder esclarecer este hecho lamentable sucedido en la aldea de Cuyamel”, informó el subinspector Edgar Cruz, vocero de la Unidad Departamental de la Policía en Atlántida.
“Lo último que se supo de esta persona es que el 16 de marzo salió de vacaciones. Nuestros compañeros de aquí no sabían nada de él, no lo conocían y ni se imaginaban que era policía, fue hasta hoy (domingo) que se recibió la lamentable noticia que se había encontrado muerto. Ya que el personal que labora en esta unidad somos nuevos. Se pudo identificar hasta que algunos de sus familiares llegaron a buscarlo a la morgue”, indicó Cruz.
Parientes expresaron que la última vez que lo vieron fue el viernes, cuando se vino de Trujillo hacia La Ceiba a pagar un crédito que tenía en una casa comercial. La víctima no portaba su arma de reglamento ni su billetera ni otras pertenencias, por lo que sus parientes creen que lo mataron para asaltarlo.
El ministerio rodea la muerte de un agente de la Policía Nacional Preventiva, a quien encontraron muerto la tarde del pasado sábado en una aldea de La Ceiba.
El agente policial identificado como José Eduardo Lagos Morgan (de 30 años) fue reconocido por sus parientes y autoridades policiales ayer en la mañana en la morgue de La Ceiba, luego que su cuerpo fuera encontrado el sábado en horas de la tarde a orilla de la carretera CA-13, en la comunidad de Cuyamel. Debido a que no portaba ninguna documentación lo remitieron como desconocido.
De acuerdo con las investigaciones policiales, el agente estaba asignado a la jefatura municipal de Trujillo, en el departamento de Colón, y estuvo en La Ceiba como agente de la desaparecida Dirección Nacional de Investigación Criminal (DNIC), pero lo trasladaron hacia esa localidad después que entrara en operaciones la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) en La Ceiba.
Los cuerpos de investigación aún no tienen una hipótesis clara de este hecho. “Esta persona pertenecía a la Policía Nacional y estaba asignada en el municipio de Trujillo. Perdió la vida a causa de varios impactos de bala. Ya se está haciendo la respectiva investigación del caso para poder esclarecer este hecho lamentable sucedido en la aldea de Cuyamel”, informó el subinspector Edgar Cruz, vocero de la Unidad Departamental de la Policía en Atlántida.
“Lo último que se supo de esta persona es que el 16 de marzo salió de vacaciones. Nuestros compañeros de aquí no sabían nada de él, no lo conocían y ni se imaginaban que era policía, fue hasta hoy (domingo) que se recibió la lamentable noticia que se había encontrado muerto. Ya que el personal que labora en esta unidad somos nuevos. Se pudo identificar hasta que algunos de sus familiares llegaron a buscarlo a la morgue”, indicó Cruz.
Parientes expresaron que la última vez que lo vieron fue el viernes, cuando se vino de Trujillo hacia La Ceiba a pagar un crédito que tenía en una casa comercial. La víctima no portaba su arma de reglamento ni su billetera ni otras pertenencias, por lo que sus parientes creen que lo mataron para asaltarlo.
