Tegucigalpa, Honduras.
Las constantes y atemorizantes amenazas de extorsión que padecieron las autoridades del instituto Modelo desde inicios de este mes han llevado a cerrar de manera definitiva el insigne centro educativo.
Docentes y padres de familia denuciaron ayer que inadaptados sociales continúan solicitando el “impuesto de guerra”.
Desde tempranas horas del día, decenas de padres de familia acudieron a solicitar el traslado de sus hijos por miedo a que sus retoños resultaran afectados por la inseguridad.
Una madre de familia expresó que la decisión de hacer el cambio de institución se debe a la inseguridad y no a la calidad educativa que brinda el centro escolar.
Según comentaron algunas jefas de hogar, algunos docentes les informaron que dentro de cada bus los estudiantes iban a ser custodiados por efectivos de seguridad y que el perímetro de la institución se encontraría resguardado por miembros de la Policía Militar.
Sin embargo, uno de los principales temores de los familiares y estudiantes es que ninguna de las autoridades del centro educativo se habrían presentado al instituto desde que se retornó a clases el pasado lunes 20 de febrero, ya que el propietario se encuentra fuera del país por razones de salud y la directora se ha mantenido ausente desde hace varios días.
Carlos Sabillón, representante de la Asociación de Institutos Privados de Honduras, lamentó tal circunstancia y recordó que este no sería el primer caso de extorsión que provoca el cierre de un centro educativo en la capital.
“Por ejemplo, hace algunos años el instituto Tegucigalpa tuvo que dejar de funcionar producto de la delincuencia, y otro centro educativo que se localizaba en la colonia 21 de Octubre tuvo que trasladarse para no cerrar sus puertas”, manifestó Sabillón.
Asimismo, condenó que “el mayor responsable de este problema es el Gobierno porque no ha atacado las causas sociales de esta dificultad que afecta a Tegucigalpa y Comayagüela”.
Las constantes y atemorizantes amenazas de extorsión que padecieron las autoridades del instituto Modelo desde inicios de este mes han llevado a cerrar de manera definitiva el insigne centro educativo.
Docentes y padres de familia denuciaron ayer que inadaptados sociales continúan solicitando el “impuesto de guerra”.
Desde tempranas horas del día, decenas de padres de familia acudieron a solicitar el traslado de sus hijos por miedo a que sus retoños resultaran afectados por la inseguridad.
Una madre de familia expresó que la decisión de hacer el cambio de institución se debe a la inseguridad y no a la calidad educativa que brinda el centro escolar.
Según comentaron algunas jefas de hogar, algunos docentes les informaron que dentro de cada bus los estudiantes iban a ser custodiados por efectivos de seguridad y que el perímetro de la institución se encontraría resguardado por miembros de la Policía Militar.
Sin embargo, uno de los principales temores de los familiares y estudiantes es que ninguna de las autoridades del centro educativo se habrían presentado al instituto desde que se retornó a clases el pasado lunes 20 de febrero, ya que el propietario se encuentra fuera del país por razones de salud y la directora se ha mantenido ausente desde hace varios días.
Carlos Sabillón, representante de la Asociación de Institutos Privados de Honduras, lamentó tal circunstancia y recordó que este no sería el primer caso de extorsión que provoca el cierre de un centro educativo en la capital.
“Por ejemplo, hace algunos años el instituto Tegucigalpa tuvo que dejar de funcionar producto de la delincuencia, y otro centro educativo que se localizaba en la colonia 21 de Octubre tuvo que trasladarse para no cerrar sus puertas”, manifestó Sabillón.
Asimismo, condenó que “el mayor responsable de este problema es el Gobierno porque no ha atacado las causas sociales de esta dificultad que afecta a Tegucigalpa y Comayagüela”.
