Villanueva, Cortés
“Mis hijos fueron en la mañana a la iglesia Monte Santo, donde jugaron con sus amiguitos y de forma inusual se despidieron de ellos con abrazos y besos, como que sabían que no los volverían a ver”, expresó entre lágrimas Sara Mejía, madre de los tres niños ahogados el viernes en el río Chamelecón.
Las víctimas son Jessenia Abigail Murillo Mejía (9 años), Ingris Elizabeth (10 años) y su hermano Wilmer (14 años), residentes en la aldea El Mango, quienes, según su progenitora, siempre jugaban a dar clases, imaginándose una escuelita porque su mayor sueño era llegar a ser maestros.
La tragedia ocurrió el viernes a eso de las 4:00 pm, cuando la madre junto con cuatro de sus hijos salieron de su casa a traer leña. Al parecer, una de las niñas estaba jugando y cayó al río Chamelecón; su hermanito se lanzó al agua para rescatarla, pero como no podía nadar fue arrastrado por la corriente. La otra hermanita también intentó salvarlos; sin embargo, lamentablemente se ahogó.
Otra hermana mayor y la madre intentaron salvar a las pequeñas, pero debido a la gran profundidad también se estaban ahogando, por ello pobladores las rescataron a tiempo y sacaron los dos cuerpecitos de las niñas.
La angustia fue larga para la familia y amigos porque no encontraban el cadáver de Wilmer, pero después de una intensa búsqueda de equipos de los Bomberos hasta ayer en horas de la tarde lograron rescatar el cuerpo del niño.
| El funeral de las hermanitas Murillo se realiza en la aldea El Mango, hasta donde llegaron familiares y amigos.
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| Bomberos rescataron el cadáver del hermano mayor.
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Drama
El llanto y la desesperación invadió a los pobladores de la aldea El Mango cuando llevaron los ataúdes de las dos pequeñitas a su vivienda. Una tía se descontroló porque quería ver a sus sobrinas jugando, como las vio la última vez que estuvo con ellas.
La madre de los menores gritaba entre lágrimas que las sacaran de esas cajas porque quería abrazarlas y gritaba que le devolvieran a Wilmer, quien estaba desaparecido y fue rescatado ayer. “No sé cómo pasó esto. Es una mentira lo que estamos viviendo; eran mis niños más pequeños, dormíamos juntos, ellos eran cariñosos y se querían mucho”, expresaba.
Rescate. Varios equipos de los Bomberos trabajaron de forma incansable en el río Chamelecón usando tanques de oxígeno con los que se sumergieron hasta encontrar el cadáver de Wilmer, que estaba atrapado a más de siete metros de profundidad.
