Tegucigalpa, Honduras.
Mónica Krissel Betancourt Ramírez murió el domingo en la noche, según investigaciones y familiares, a manos de Cristian Calixto Marcía Flores, con quien procreó una hija e hizo vida marital por unos siete años.
Según testigos, el crimen ocurrió frente a la menor de cuatro años.
A las 9:50 pm del domingo pasado el llanto incesante de la pequeña llamó la atención de los familiares, residentes en el barrio Guamilito, sector de Sipile, en Comayagüela.
Al escuchar el lamento de la niña, la madre de Mónica tocó la puerta de la habitación para saber por qué lloraba su nieta.
¿Mónica, qué te pasa, por qué no atendés a la niña?”, preguntó la abuela Zulema Ramírez, sin obtener respuesta.
Uno de los hermanos menores de Mónica observó por una de las ventanas que la joven estaba con una toalla sobre el rostro y parte del cuerpo. Logró introducirse por la ventana y al levantar la toalla que la cubría se encontró con que su hermana no estaba dormida, sino en estado de agonía.
Impotencia
Entre gritos y llanto, los parientes comenzaron a buscar la manera de trasladarla a un centro asistencial para salvarle la vida.
“Salí corriendo a buscar un carro para llevarla a un hospital, pero solo pude encontrar una patrulla militar y al llegar a la casa mi mamá y mi hermano ya la habían trasladado en un taxi al Hospital Escuela”, contó Israel Betancourt, hermano de Mónica.
La joven ingresó al hospital ya sin vida. Presentaba golpes contusos en la parte de atrás de su cabeza, los que fueron asestados con una almágana de aproximadamente cuatro libras de peso.
Posteriormente, el arma utilizada fue encontrada ensangrentada bajo una de las camas del cuarto, donde la escondió el victimario.
Asesinato
Otra pariente de la fallecida recordó que “llamé a Mónica temprano ayer (domingo) para decirle que me arreglara las uñas y me dijo que sí, la volví a llamar a las 6:00 de la tarde y me contestó él (Cristian) diciéndome que ella ya estaba dormida”.
Denis Betancourt, hermano de Mónica, manifestó que quienes estaban en la casa vieron salir a Cristian, pero nunca se imaginaron lo que había hecho.
“Él esperó que todos se acostaran para poder salir de la casa, tuvo problemas para abrir el portón principal, pero finalmente salió”, contó uno de los hermanos de Mónica.
“Mi hermano vio que él se estaba lavando las manos, le dijo adiós y salió tranquilo como si nada hubiese pasado”, relató Denis Betancourt.
Sus parientes manifestaron que nunca se enteraron de alguna pelea violenta que ellos hubieran tenido entre sí, tal vez alguna discusión, pero nada fuera de lo normal.
En común acuerdo, desde hace unos días ya habían terminado su relación marital, sin embargo, él todavía seguía viviendo en la misma casa.
Según contaron los parientes de Mónica, él (Cristian) solo esperó que ella entrara a la habitación en la que dormían para asesinarla.
Una familiar de la víctima afirmó que lo que originó la separación de la joven pareja fue un acto de infidelidad por parte del supuesto victimario, quien ahora es buscado por la Policía.
Mónica Krissel Betancourt Ramírez murió el domingo en la noche, según investigaciones y familiares, a manos de Cristian Calixto Marcía Flores, con quien procreó una hija e hizo vida marital por unos siete años.
Según testigos, el crimen ocurrió frente a la menor de cuatro años.
A las 9:50 pm del domingo pasado el llanto incesante de la pequeña llamó la atención de los familiares, residentes en el barrio Guamilito, sector de Sipile, en Comayagüela.
Al escuchar el lamento de la niña, la madre de Mónica tocó la puerta de la habitación para saber por qué lloraba su nieta.
¿Mónica, qué te pasa, por qué no atendés a la niña?”, preguntó la abuela Zulema Ramírez, sin obtener respuesta.
Uno de los hermanos menores de Mónica observó por una de las ventanas que la joven estaba con una toalla sobre el rostro y parte del cuerpo. Logró introducirse por la ventana y al levantar la toalla que la cubría se encontró con que su hermana no estaba dormida, sino en estado de agonía.
| Cristian Marcía labora en una fábrica de camas.
|
Entre gritos y llanto, los parientes comenzaron a buscar la manera de trasladarla a un centro asistencial para salvarle la vida.
“Salí corriendo a buscar un carro para llevarla a un hospital, pero solo pude encontrar una patrulla militar y al llegar a la casa mi mamá y mi hermano ya la habían trasladado en un taxi al Hospital Escuela”, contó Israel Betancourt, hermano de Mónica.
La joven ingresó al hospital ya sin vida. Presentaba golpes contusos en la parte de atrás de su cabeza, los que fueron asestados con una almágana de aproximadamente cuatro libras de peso.
Posteriormente, el arma utilizada fue encontrada ensangrentada bajo una de las camas del cuarto, donde la escondió el victimario.
Asesinato
Otra pariente de la fallecida recordó que “llamé a Mónica temprano ayer (domingo) para decirle que me arreglara las uñas y me dijo que sí, la volví a llamar a las 6:00 de la tarde y me contestó él (Cristian) diciéndome que ella ya estaba dormida”.
Denis Betancourt, hermano de Mónica, manifestó que quienes estaban en la casa vieron salir a Cristian, pero nunca se imaginaron lo que había hecho.
“Él esperó que todos se acostaran para poder salir de la casa, tuvo problemas para abrir el portón principal, pero finalmente salió”, contó uno de los hermanos de Mónica.
| Los restos mortales de Mónica Betancourt fueron retirados de la morgue por sus familiares la tarde de ayer, donde en medio del dolor solicitaron todo el peso para el hechor.
|
Sus parientes manifestaron que nunca se enteraron de alguna pelea violenta que ellos hubieran tenido entre sí, tal vez alguna discusión, pero nada fuera de lo normal.
En común acuerdo, desde hace unos días ya habían terminado su relación marital, sin embargo, él todavía seguía viviendo en la misma casa.
Según contaron los parientes de Mónica, él (Cristian) solo esperó que ella entrara a la habitación en la que dormían para asesinarla.
Una familiar de la víctima afirmó que lo que originó la separación de la joven pareja fue un acto de infidelidad por parte del supuesto victimario, quien ahora es buscado por la Policía.
