Tegucigalpa, Honduras.
Tras la salida de más de 200 agentes policiales asignados a la Unidad Metropolitana de Prevención No. 2 de Belén, ayer las diferentes estaciones policiales que pertenecen a este distrito se vieron desoladas.
La decisión de cancelar a este número de elementos policiales fue tomada por la Comisión Especial para el Proceso de Depuración y Transformación de la Policía Nacional en razón de una nueva estructura organizativa; sin embargo, esta medida drástica provocó preocupación e incertidumbre en los que aún quedaron dentro de la institución.
En la propia estación policial del barrio Belén, la que en años anteriores lucía abarrotada de agentes, ayer casi asustaban ante la falta de policías.
Para el caso, en el Distrito 2 de la colonia San Francisco de Comayagüela, antes del miércoles estaban asignados 52 miembros policiales y la Comisión solicitó la cancelación de 15 de ellos. Los 207 policías separados representan el 41% de los uniformados que proporcionaban seguridad en la parte norte y noroeste de la capital; los ahora exagentes están en las calles, pero sin empleo.
Bajo control
Tras la salida de más de 200 agentes policiales asignados a la Unidad Metropolitana de Prevención No. 2 de Belén, ayer las diferentes estaciones policiales que pertenecen a este distrito se vieron desoladas.
La decisión de cancelar a este número de elementos policiales fue tomada por la Comisión Especial para el Proceso de Depuración y Transformación de la Policía Nacional en razón de una nueva estructura organizativa; sin embargo, esta medida drástica provocó preocupación e incertidumbre en los que aún quedaron dentro de la institución.
En la propia estación policial del barrio Belén, la que en años anteriores lucía abarrotada de agentes, ayer casi asustaban ante la falta de policías.
Para el caso, en el Distrito 2 de la colonia San Francisco de Comayagüela, antes del miércoles estaban asignados 52 miembros policiales y la Comisión solicitó la cancelación de 15 de ellos. Los 207 policías separados representan el 41% de los uniformados que proporcionaban seguridad en la parte norte y noroeste de la capital; los ahora exagentes están en las calles, pero sin empleo.
Bajo control
El jefe de la Umep-2, comisario Marlon Lagos, aseguró que “todo estaba previsto. Cuando se da una situación de esta naturaleza se buscan todos los mecanismos para cumplir con las obligaciones que se tienen”.
Ante la salida repentina de agentes que estaban bajo su mando, explicó que esta Umep será momentáneamente apoyada con policías de otras unidades. “Por mientras vienen los que van a salir del Instituto Tecnológico Policial (ITP) nos apoyarán policías Cobras, Tigres y de los otros distritos”, señaló Lagos.
