San Pedro Sula, Honduras.
Dos amigos murieron en el hospital Mario Rivas, donde fueron ingresados, luego de que uno de ellos resultara electrocutado y el otro con lesiones graves en la cabeza cuando intentó salvarle la vida y cayó de la terraza donde se encontraban trabajando en Santa Rosa de Copán.
La tarde del pasado viernes, Kennet Alexander Mejía (de 20 años) y Rafael Antonio Enríquez Villeda (de 30) instalaban el rótulo de una empresa en Santa Rosa de Copán, donde el primero tocó un cable de alta tensión que le provocó graves quemaduras y Rafael en un intento por salvarlo se cayó del andamio en el que estaban.
Ellos fueron ingresados al hospital Mario Rivas, pero murieron casi a la misma hora de ayer domingo.
Sus familiares relataron que desde hace años Kennet Alexander y Rafael Antonio tenían una amistad, y eso los llevó a trabajar juntos como soldadores en la instalación de rótulos.
Manifestaron que el viernes 18 de noviembre a eso de las 3:00 pm estaban instalando un rótulo en una empresa de distribución de repuestos en la terraza y Kennet Alexander tocó un cable eléctrico con un tubo metálico. De inmediato, el joven se electrocutó y su amigo Rafael Antonio en un intento de separarlo de la corriente se lanzó.
En su intento por salvarlo, Rafael Antonio se cayó de la terraza y eso le provocó daños en la cabeza, según lo relatado por los familiares. Con las graves quemaduras y heridas, los dos muchachos fueron llevados al hospital de Santa Rosa de Copán, donde los estabilizaron y luego los remitieron al hospital Mario Rivas de San Pedro Sula.
En el hospital sampedrano, los muchachos fueron atendidos, pero uno de ellos murió a las 3:10 am y el otro a las 4:00 am del domingo.
Las autoridades forenses, de investigación y la Fiscalía hicieron los reconocimientos de los cuerpos en la morgue del hospital sampedrano y los trasladaron a Medicina Forense para practicarles las autopsias correspondientes.
Parientes de las víctimas que esperaban la entrega de los cuerpos lamentaron el accidente y dijeron que “eran muchachos muy trabajadores y unidos”. Los dos amigos fueron llevados ayer a Santa Rosa de Copán, donde serían velados y enterrados, pues los familiares indicaron que de allá eran originarios.
Dos amigos murieron en el hospital Mario Rivas, donde fueron ingresados, luego de que uno de ellos resultara electrocutado y el otro con lesiones graves en la cabeza cuando intentó salvarle la vida y cayó de la terraza donde se encontraban trabajando en Santa Rosa de Copán.
La tarde del pasado viernes, Kennet Alexander Mejía (de 20 años) y Rafael Antonio Enríquez Villeda (de 30) instalaban el rótulo de una empresa en Santa Rosa de Copán, donde el primero tocó un cable de alta tensión que le provocó graves quemaduras y Rafael en un intento por salvarlo se cayó del andamio en el que estaban.
Ellos fueron ingresados al hospital Mario Rivas, pero murieron casi a la misma hora de ayer domingo.
Sus familiares relataron que desde hace años Kennet Alexander y Rafael Antonio tenían una amistad, y eso los llevó a trabajar juntos como soldadores en la instalación de rótulos.
Manifestaron que el viernes 18 de noviembre a eso de las 3:00 pm estaban instalando un rótulo en una empresa de distribución de repuestos en la terraza y Kennet Alexander tocó un cable eléctrico con un tubo metálico. De inmediato, el joven se electrocutó y su amigo Rafael Antonio en un intento de separarlo de la corriente se lanzó.
En su intento por salvarlo, Rafael Antonio se cayó de la terraza y eso le provocó daños en la cabeza, según lo relatado por los familiares. Con las graves quemaduras y heridas, los dos muchachos fueron llevados al hospital de Santa Rosa de Copán, donde los estabilizaron y luego los remitieron al hospital Mario Rivas de San Pedro Sula.
En el hospital sampedrano, los muchachos fueron atendidos, pero uno de ellos murió a las 3:10 am y el otro a las 4:00 am del domingo.
Las autoridades forenses, de investigación y la Fiscalía hicieron los reconocimientos de los cuerpos en la morgue del hospital sampedrano y los trasladaron a Medicina Forense para practicarles las autopsias correspondientes.
Parientes de las víctimas que esperaban la entrega de los cuerpos lamentaron el accidente y dijeron que “eran muchachos muy trabajadores y unidos”. Los dos amigos fueron llevados ayer a Santa Rosa de Copán, donde serían velados y enterrados, pues los familiares indicaron que de allá eran originarios.
