INGLATERRA.
Con siete meses de embarazo, la esposa del príncipe William fue llevada de urgencia al hospital tras presentar fuertes dolores abdominales y lo que parecía ser una adelantada labor de parto.
Medios ingleses reportaron que Kate Middleton fue internada en un hospital londinense tras alertarse por el malestar que la estaba agobiando. Al parecer, la esposa del príncipe William temió que algo pudiera estar ocurriendo con su bebé no nacido, por lo que no quiso correr riesgos.
Se sabía que el embarazo de la futura reina inglesa era de cuidado, pues la duquesa de Cambridge presentó, desde su primera experiencia como mamá, una rara enfermedad llamada hyperemesis gravidarum, la cual acentúa los malestares comunes de toda embarazada.
Hasta ayer viernes, la duquesa no había presentado complicaciones durante la gestación de su segundo heredero.
Después de pedir ayuda a su equipo de confianza y ser llevada a un hospital de inmediato, a Kate se le hicieron varios estudios para determinar si se trataba de un parto prematuro. “Las contracciones no son una señal de alumbramiento, pero pueden ser una señal de alerta también, por lo que los doctores se estaban preparando para un nacimiento prematuro”, dijo la fuente cercana a la casa real.
Al final, Kate se quedó toda la noche en observación hasta que los dolores fueron disminuyendo y la duquesa ya se encuentra en su residencia bajo vigilancia médica.
