San Pedro Sula, Honduras
El día más esperado llegó para Dulce Esmeralda López Juárez y Olvin Josué López Hernández, y lo celebraron por todo lo alto.
Su boda eclesiástica reunió a un centenar de invitados que fueron testigos de la consagración de ese amor.
La parroquia Nuestra Señora de Suyapa fue el altar elegido para oficiar la ceremonia. El padre José María Ferrero selló el enlace, en el que Graciela y Omar Cardoza fungieron como padrinos.
Ambos prometieron ser guías para los nuevos esposos y aconsejarlos a fin de que cada día se respeten y amen por sobre todas las cosas y que Dios siempre sea la luz en su hogar.
Con una alegría indescriptible y miradas de amor, los novios expresaron sus votos de amor y juraron ante Dios ser compañía mutua durante el resto de sus vidas, fidelidad, entenderse en todo momento, estar en la salud, bienestar, buenas y malas.
Esas promesas las sellaron con un beso, aplaudido por toda la concurrencia.
Al culminar la ceremonia y oficialmente casados, los esposos desfilaron hasta el umbral de la iglesia, donde los esperaban sus invitados para llenarlos de buenos deseos y muestras de cariño.
La fiesta
El centro de convenciones del hotel Copantl se engalanó para ser el escenario de ese elegante enlace.
El color blanco lo utilizaron para ornamentar la estancia con una temática primaveral: rosas, hortensias y hermosos arreglos colgantes deslumbraron a los invitados. Todo esto obra de María Dolores Rápalo y su equipo de Casa, Jardín y Más. Denesse Gonzales, de DG Weddings, organizó el enlace.
Los novios hicieron su entrada como recién casados y en medio de una ovación bailaron el vals. Luego del brindis se abrió la pista de baile para disfrutar esa noche.
