19/04/2024
08:38 AM

Sector informal de San Pedro Sula agobiado por deudas y falta de ventas

Piden apoyo al Gobierno con financiamiento accesible para no perder sus negocios.

    San Pedro Sula, Honduras.

    Las deudas, las bajas ventas y la falta de acceso a créditos tiene a muchos vendedores del sector informal a punto de cierre en San Pedro Sula.

    Representantes estiman que al menos un 10% de los buhoneros no han retornado a las calles; unos por temor a contagiarse de coronavirus y otros porque no cuentan con capital para surtir sus negocios.

    Cifras brindadas por dirigentes indican que solo el Distrito Central de Negocios está ocupado por más de 11,500 vendedores de frutas, verduras, ropa, zapatos, accesorios para celular, herramientas de fontanería y electricidad.

    La mayoría de los vendedores que han retomado sus actividades están vendiendo mercadería que tenían antes de la pandemia, otros no han podido retornar porque no tienen dinero para comprar productos.
    Karla Ulloa, secretaria del Sindicato Único de Vendedores Auténticos Nacionales de Honduras (Suvanh), dijo que de unos 500 vendedores que están instalados en una plaza en la zona de la Tara, apenas unos cien han vuelto a trabajar.

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    “Unos murieron por el virus, otros que están en calamidad y no tienen como ir a trabajar”, dijo.

    Ulloa explicó que el sector informal se caracteriza “por vivir el día a día”, es por eso que al estar tanto tiempo inactivos no cuentan con dinero para poder invertir en sus puestos.

    “Otra es las deudas, los bancos nos están ahogando con intereses y no hay readecuación de deudas”.

    Cabe destacar que la mayoría se abocan a los prestamistas que les dan créditos a un 20% de interés y que por estar en mora también les dejan de facilitar dinero.

    En temporada normal, los buhoneros surten sus negocios semanalmente, pero como no hay ventas es imposible hacerlo.
    Algunos buhoneros han decidido cambiar de negocios por unos que tienen mayor demanda de consumidores como la comida y los materiales de bioseguridad.

    Con nostalgia y preocupación los comerciantes recuerdan que octubre es el mes en que comienzan a pedir surtido a Panamá, El Salvador y a microempresarios de otras partes del país para prepararse para la temporada navideña.

    “Ahorita todos tenemos las puertas cerradas porque como no hemos trabajado estamos en mora y no nos van a prestar para comprar mercadería. Será una Navidad difícil, muy difícil”, resintió Ulloa.

    En temporada normal, los buhoneros surten sus negocios semanalmente, pero como no hay ventas es imposible hacerlo
    Luis Rivera, presidente de la Asociación Nacional de Vendedores Independientes de Honduras (Anavih), manifestó que las deudas con la banca y los prestamistas los están “ahogando”porque aunque quieren pagar no pueden debido a que no han trabajado y ahorita que comenzaron están vendiendo muy poco.

    “Todos estamos preocupados porque viene la temporada navideña que es la esperanza de recuperarse un poco, pero no hay dinero para invertir”.

    Añadió que ellos también apoyan a artesanos de otros municipios, por ejemplo, les compran zapatos a zapateros de Trinidad, Santa Bárbara.

    Rivera detalló que en una pequeña chiclera o un pequeño negocio, la inversión es de L5,000 a L10,000, pero los locales de ropa, zapatos, la inversión mínima es de L20,000. “Ahí hay gente que tiene deudas de más de 300,000 lempiras”. En temporada normal, surten sus negocios todas las semanas.

    Fredy Núñez, presidente del Sindicato de Vendedores Libres en Ferias Estacionarias y Similares de Honduras (Sivelefesh), compartió que la mayoría recurre a prestamistas porque la banca los rechaza o les pide muchos requisitos. El sector informal pide al Gobierno apoyo con financiamiento accesible, para no perder sus negocios y poder vender durante diciembre.