San Pedro Sula, Honduras.
El Instituto Hondureño del Café (Ihcafé), con sede en San Pedro Sula, en coordinación con los centros regionales de Honduras, realizará una investigación clave para determinar el impacto de la sequía en la calidad del café hondureño.
Esta acción, que busca recomendaciones paliativas para los caficultores, se hará a través del laboratorio de control de calidad y catación del Ihcafé.
Ramón Reyes, coordinador del laboratorio, dijo que no se encenderán “las alarmas” hasta que se compruebe el grado del impacto del cambio climático por nivel del fenómeno de El Niño que se espera para este año.
“Estamos viendo un efecto debido al cambio climático, es decir, que va suceder una baja en los rendimientos por la falta de agua en el grano, eso quiere decir que el peso del café será menor, por lo tanto el productor va recibir menos fondos”, dijo.
El especialista del grano aromático afirmó que quizá en volumen el fruto se vea igual, pero en peso no se va a equiparar.
“El trabajo será puntual: analizar la incidencia de defectos en el grano, el principal que se presenta por la sequía es el grano arrugado, comúnmente llamado grano pasa, el cual se genera por la falta de agua en las etapas cuando la planta necesita llenar el fruto”, agregó.
El corte en las zonas bajas ya se concluyó, pero en las zonas altas se espera que concluya en junio, período cuando se verificarán los hallazgos previo al siguiente corte con la finalidad de poner en acción las recomendaciones.
Medidas.
El Ihcafé ante este fenómeno se ve en la misión de asistir a los productores con alternativas en el manejo agronómico, como deben conservar los suelos. A juicio de Reyes, al existir mucha radiación solar y elevación considerable de las temperaturas, lo primero será sembrar más sombras en las fincas por manzana, es decir, incrementar los árboles maderables y frutales en medio de los arbustos de café. Asimismo, dependiendo de la capacidad económica del productor, la aplicación de riegos.
“Lo crucial es determinar si la sequía está generando un efecto en los cultivos, lo cual ya estamos viendo. Tendríamos sabores a paja o heno en lugar de frutales”.
El miércoles pasado, el precio del saco de 46 kilogramos de café cayó a $97.75 en la bolsa de Nueva York, propiciado por algunas situaciones internacionales. Los caficultores han dejado claro que para no perder ni ganar, el precio mínimo debe ser de $130 por quintal.
En ese sentido, Reyes afirmó que los productores deben ser asistidos por Ihcafé para producir un café con atributos únicos como se logra con procesos como el honey , solo hay que analizar las condiciones de cada región para que se venda a precios distintos al de bolsa y no se dependa del precio internacional.
