San Pedro Sula, Honduras.
Más de cincuenta años después de haberse iniciado como locutor, Francisco Brand Bianchini aún conserva la voz estentórea que lo llevó a ganar un Micrófono de Oro en 2014.
Era todavía un estudiante del instituto José Trinidad Reyes de San Pedro Sula cuando comenzó a merodear la emisora HRP1 para que le dieran la oportunidad de probarse como locutor.
Por ese tiempo, la emisora estaba en el bulevar de Los Próceres, cerca de la actual Fuente Luminosa. Antes había funcionado en un edificio de la primera calle, dos cuadras al oeste de la municipalidad.
Bianchini se emocionó con la locución porque escuchaba a los locutores de la que fuera la primera emisora de la ciudad.
HRP1, el Eco de Honduras, es de grata recordación entre los sampedranos que vivieron la época de oro de la radiodifusión hondureña
entre los años 30 y 60.
IMPORTANTE
El recordado locutor sampedrano don Víctor Manuel Rodríguez fue uno de los primeros animadores de programas radiales transmitidos por HRP1.
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Su exalumno Iván Flores lo auxilia en sus tareas radiales.
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En el radiorreceptor de una vecina del barrio Guamilito escuchaba a sus ídolos cuando hacía mandados a la pulpería. Luego iba a verlos trabajar cuando salía del colegio. En una de las visitas que el cipote hizo a la radioemisora, conocida como el Eco de Honduras, al fin uno de los locutores se compadeció de él y le prestó el micrófono. “Todo un domingo estuve locutando, no quería ni salir a comer por estar hablando frente a aquel aparato”, recuerda.
Era la época de oro de la locución, y HRP1, la primera emisora de la ciudad, había comenzado a funcionar con un aparato transmisor rudimentario que el poeta Manuel Escoto compró al cubano José Garacochea allá por 1930.
Dato
HRP1, el Eco de Honduras, es de grata recordación entre los sampedranos que vivieron la época de oro de la radiodifusión hondureña
entre los años 30 y 60. |
Desde ese año, el Eco de Honduras había empezado a transmitir conciertos con la marimba Usula; pero cuando Bianchini comenzó a laborar los conciertos en vivo los daba la Orquesta Regis y cantantes como Carmencita Gallardo.
Al morir el poeta, la emisora pasó a manos de su socio, el general Filiberto Díaz Zelaya.
Cuando Bianchini se graduó como profesor en el Reyes ya era un locutor consagrado en programas musicales y noticieros de HRP1, como El Palpitar del Mundo. “Vivimos la radio de verdad con los discos de acetato que poníamos con mucho cuidado en el tornamesa”, recuerda Bianchini, quien ahora labora en Radio Uno. El Eco de Honduras se esfumó a finales de los 70, pero la voz de Bianchini siguió vibrando en otras emisoras, algunas desaparecidas, como HRQ, la Cariñosa.
En la Internacional alternó con destacados periodistas ya desaparecidos como Tito Handal y Tomás Chi Medina.
Recuerda con orgullo que todos los taxistas lo escuchaban a medianoche cuando transmitía el Resumen Internacional Bijao por la Voz de Centroamérica.